La presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, defenderá durante el congreso de Benidorm la necesidad que tiene la provincia de recibir agua en cantidad y calidad, su máxima desde que constituyó la Mesa del Agua, y para ello reclamará a sus compañeros de partido unidad frente a dos reinvindicaciones que considera clave en la ponencia que ha elaborado. La necesidad de crear la Autoridad Nacional del Agua, que se encargue de coordinar un nuevo Plan Hidrológico Nacional y que el documento incluya las acciones necesarias para garantizar la continuidad del trasvase Tajo-Segura y las aportaciones de agua necesarias para llegar un acuerdo y recuperar el trasvase del Ebro, consensuado con todas las partes implicadas. Pastor no se olvida en su ponencia de otro tema capital en materia hídrica en la provincia, el trasvase Júcar-Vinalopó. Tras las dudas hechas públicas por el Ministerio de Agricultura y los titubeos de sus compañeros de partido en el Consell, Pastor tiene clara la necesidad de culminar las obras de la segunda toma de Cortes, paralizadas en 2005, que permitan «trasvasar el agua excedentaria con un precio y calidad razonables».
La presidenta de la Diputación aboga también en su ponencia por el traslado a la Marina Alta del exitoso modelo de gestión hídrica que funciona desde finales de los años 70 en la Marina Baixa, que, según Pastor, daría estabilidad a una población superior a los 200.000 habitantes.
Otras cuestiones de la ponencia que defenderá en ela convención serán la modernización de los regadíos y la necesidad de incrementar esfuerzos en la depuración y reutilización de las aguas. Para ello expondrá la iniciativa que se desarrolla en Agost para conectar el municipio con las depuradoras Ibi y Castalla y abastecer de agua a la comunidad de regantes de Virgen de la Paz. Obras ya licitadas y cuyo modelo se quiere desarrollar en toda la provincia. Pastor no se olvida de la necesidad, por otro lado, de buscar un plan viable para la desaladoras.
