La síndica adjunta de Compromís en las Cortes, Mònica Oltra, apostó ayer por dar carpetazo a las críticas al PP en la Comunidad y empezar a construir desde ya una «transición amable» hacia un nuevo tiempo. «Hay que encontrar el camino del sí», sentenció. Oltra se pronunció ayer en estos términos en la multitudinaria conferencia que impartió en el Club INFORMACIÓN bajo el título «Preparando el cambio». A diferencia de sus comparecencias en las Cortes, la parlamentaria de Compromís apenas se cebó ayer con el PP. Sí le lanzó algunos dardos envenenados, pero focalizó la mayor parte de su intervención en las propuestas que pondrá en marcha su partido a partir del día siguiente a las elecciones autonómicas de mayo. «Nos hemos hecho fuertes en la crítica al PP, pero ya no es momento del no, porque seguir criticando puede ser un motivo para que la gente nos deje de escuchar», alertó.
La también aspirante a encabezar la lista autonómica de Compromís en los comicios pidió paciencia a la ciudadanía y advirtió de que su partido no podrá solucionar los problemas de la Comunidad justo al día siguiente de las elecciones. «Todo seguirá igual», señaló. Pero será entonces cuando se sentarán las bases, siempre que la coalición entre en el gobierno, para encauzar un nuevo rumbo.
Llegado ese momento, Compromís no hablará de vencedores y perdedores. «No me gusta cuando oigo eso de ganar elecciones, porque siempre que uno gana, otro pierde. Haríamos un gran favor si comenzamos cambiando el lenguaje», puntualizó. En su opinión, uno de los cambios básicos pasará por desmarcarse de las prácticas que ha instalado el PP en la Cámara autonómica y respetar la pluralidad. «No existe un cambio verdadero desde la revancha», dijo.
Oltra también pidió a los afiliados y simpatizantes de su partido que no «culpabilicen» al votante del PP de las «barrabasadas» que se han cometido en la Comunidad; les emplazó a construir entre todos un discurso basado en la colectividad; y les advirtió de que el cambio, una vez alcancen el gobierno de la Generalitat, será paulatino. «La transición será amable», repitió en varias ocasiones. ¿Cómo? Citó dos ejemplos. El primero, el de un enfermo de cáncer que está recibiendo un tratamiento en una clínica concertada incluida en el plan de choque de Sanidad. «Que esté tranquilo, que no le obligaremos a cambiar de médico». Serán los nuevos pacientes los que acudirán a un servicio público. Exactamente lo mismo ocurrirá con los centros educativos públicos y los concertados. «No vamos a fastidiarle la vida a nadie», resumió.
Si llega al Palau, la primera y principal prioridad de Compromís será luchar contra la emergencia social y democrática que atraviesan miles de familias de la Comunidad. Ya más a largo plazo se impulsarán políticas para luchar contra el cambio climático y para modificar el modelo productivo.
La diputada, con todo, también atacó al PP. Aseguró que «ya ha perdido la mayoría social», le acusó de instalar la inestabilidad en la Generalitat y afirmó que ella está más preocupada por su «incompetencia» que por su ideología. «No se puede ser más incompetente», proclamó. Como ejemplo, citó la fallida búsqueda del topo, ese trabajador de la administración autonómica que ha filtrado información sensible como «la compra del puchero de Fabra» con cargo al erario del Consell. «Ahora ponen a un policía a investigar al policía que practicó los interrogatorios al personal de confianza del vicepresidente. Esto es de Mortadelo y Filemón o Torrente», zanjó.
