Y mientras tanto, en la Generalitat todo el mundo mira de reojo a Madrid de cara a la elaboración de los presupuestos autonómicos, que dentro de un mes el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, deberá remitir a las Cortes Valencianas para iniciar su trámite parlamentario. Moragues tendrá que conjugar el control del déficit que le exige Madrid con la «lluvia de millones» que Fabra comprometió en el debate de Política General sin ofrecer ni una sola pista de las fórmulas para sufragar todos esos proyectos. Los presupuestos del Estado no deben calcarse de forma obligatoria pero sí suponen una guía para las cuentas autonómicas. P. r. f.