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Enésima bronca en el PSPV de Alicante

La presión de los críticos fuerza a Echávarri a modificar su postura y los socialistas votarán en bloque una moción de EU para que el Plan General se elabore desde cero

Elena Martín ISABEL RAMÓN

Otra bronca más. El grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Alicante vivió ayer su enésimo enfrentamiento entre el grupo de concejales afines a la ejecutiva local y los considerados «díscolos». En una tensa reunión, los ediles Gabriel Moreno, Elena Martín, Alejandro Parodi y María José Adsuar anunciaron que piensan votar a favor de la moción que Esquerra Unida (EU) defenderá en el pleno municipal del próximo martes pese a que, hasta ayer, las directrices que marcaba el líder del PSPV en la ciudad, Gabriel Echávarri, era hacerlo en contra. El partido de Miguel Ángel Pavón llevará a la sesión plenaria una propuesta para que la ciudad reclame a la Generalitat la devolución del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y se empiece a redactar desde cero. La moción es prácticamente idéntica a la que presentó EU en el año 2013 y que provocó otro cisma entre los dos bandos del grupo municipal. Por aquel entonces, el PSPV de Alicante dio orden de votar que no, pero los críticos se abstuvieron.

Ahora se repite la historia... aunque con matices. Todo el grupo municipal socialista votará en bloque que al documento que presentará EU. ¿Por qué? La presión de los díscolos, por una parte, y el apoyo que dieron este miércoles en las Cortes los diputados autonómicos del PSPV a esa misma propuesta, por otro, han forzado a Echávarri a modificar su postura. «Todos vamos a votar que », anunció el líder socialista a este diario. «El año pasado votamos que no porque entendíamos que la desregulación favorece a los especuladores, porque no queríamos que pasara más tiempo sin un Plan General y porque pensábamos que se podían ver afectados pequeños propietarios que se habían gastado el dinero haciendo alegaciones», apostilló. Y añadió: «Ahora esperamos que vuelva y se elabore a la mayor brevedad posible».

A primera hora de la mañana, sin embargo, los concejales afines a la ejecutiva estaban convencidos de que el martes debían votar que no. De ahí la tensa reunión que se vivió en el Ayuntamiento. Según corroboraron a este diario varios de los participantes, estos ediles señalaron que iban a mantener la postura del pasado año y dirían «no» a la moción, mientras que los críticos recordaron que el Plan General se encuentra bajo sospecha porque la alcaldesa, Sonia Castedo, supuestamente lo amañó para beneficiar al constructor Enrique Ortiz.amañó Enrique Ortiz Tanto la primera edil como el promotor, de hecho, se encuentran imputados en la pieza de Brugal que investiga ese supuesto amaño.

En la reunión hubo más encontronazos. Uno de ellos, con Ángel Franco de protagonista. Los críticos celebraron al fin la marcha del exsenador del PSPV al destaparse su connivencia con Ortiz en las escuchas del Plan Rabasa, pero el resto del grupo municipal, con Miguel Ull a la cabeza, salió en defensa del exsenador. Los «díscolos» también propusieron que se reprobara a Ull por el despido de dos asesores y a Echávarri por intentar implicar al director de este diario en Brugal.

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