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Alberto Fabra

«Castedo no repetirá como candidata del PP en Alicante si continúa imputada»

El jefe del Consell se reafirma en que no habrá imputados por corrupción en ninguna lista popular

Durante una conversación de más de una hora, el jefe del Consell habló de todos los temas de actualidad: corrupción, situación económica, financiación y las próximas elecciones, entre otros asuntos.

¿Por qué tratan tan mal a la Comunidad Valenciana en Madrid?

Tampoco hay que verlo así. El Gobierno de España está teniendo que hacer frente a muchos desequilibrios de la etapa anterior. Su acción se ha centrado en corregirlos con reformas o con la reducción del déficit para generar confianza en los mercados exteriores. Eso ha evitado que se pudiera abordar algo que, además, hemos reivindicado desde la Comunidad, como es la modificación del actual sistema de financiación. Pero, al margen de eso, hay un punto que nosotros tenemos que defender. Arrastramos una infrafinanciación en un servicio tan importante para los ciudadanos como es el acceso en igualdad a la Educación o a la Sanidad. Desde la Generalitat tenemos que poner mil millones para poder cubrir esos dos presupuestos. Entendemos que Madrid, más allá de plantearse dadas las actuales circunstancias económicas la revisión del modelo de financiación, tiene que acabar con esa situación injusta para la Comunidad que, además y de acuerdo con los últimos datos de las balanzas fiscales, ha estado por debajo tanto de la media de financiación como en el reparto de inversiones. Es algo que debemos hacer ver al gobierno de turno para que se corrija. Con las mismas oportunidades y recursos que el resto podríamos aportar aún más al conjunto de España.

¿Qué ingresos extra reclama la Generalitat para convertirse en una administración viable?

Los ingresos suficientes para cuadrar los gastos de Educación y Sanidad, que entiendo son un derecho de todos y que, en el caso de la Comunidad, no se cubren con las transferencias del Estado. Es un déficit que ciframos en 1.000 millones. Ese es el desfase que se contabiliza entre lo que nos cuesta la Educación y la Sanidad y lo que llega desde Madrid. Nuestro coste por ciudadano y año en ambas áreas, en todo caso, está por debajo de la media. Lo digo porque alguien podría pensar: «Usted pide más porque se gasta más». No es así. Y queremos que esto se corrija antes de modificar el sistema de financiación autonómica, que tendrá su debate posterior y mucho más complicado. Más allá de ese modelo de financiación que, como ha dicho el Gobierno ya se verá, necesitamos corregir una situación no prevista c0mo es que con el dinero del Estado no se puedan cubrir prestaciones fundamentales generando una desigualdad entre ciudadanos de un mismo país.

Mucho caso no les hacen. Datos de esta semana apuntan que el Consell dejará de percibir 1.646 millones en 2015

Hay que repasar lo que se encontró el PP cuando llegó al Gobierno de España y analizó las cuentas: había muchas facturas en el cajón y un déficit de más de 90.000 millones. Ni había posibilidad de gastar más ni se podían atender nuevas necesidades. Por eso, insisto, si no se dan las condiciones económicas para cambiar la financiación, en nuestro caso sí se tiene que hacer para cubrir esos gastos de Educación y de Sanidad.

¿Ha llegado entonces la hora de plantarle cara a Madrid?

Hemos hecho un esfuerzo de recorte del gasto de cerca de 3.000 millones con una reducción de empresas públicas. De 80 hemos pasado a 40 y vamos acabar en 31, que supone el 40% de toda España. Se ha arañado del presupuesto todo lo que podíamos quitar: hemos tocado hueso. La opción que tenemos es que nos cubran lo básico para poder equilibrar nuestro presupuesto y no aparecer los últimos en los balances del déficit. Somos la única Comunidad que aporta más de lo que recibe que, además, está por debajo de la media de la renta per cápita. ¿Plantar cara? Lo estamos haciendo pero adecuadamente. Se trata de defender lo nuestro. Ese sistema de financiación es injusto y tenemos que hablar de uno nuevo que esté centrado en las personas y no en los territorios. Pero, más allá de eso, que se verá en un futuro, está la injusticia que se está produciendo ahora con la Educación y la Sanidad y que es la que trasladamos a día de hoy de forma permanente a Madrid.

¿Y sin esa financiación extra, cómo lo hará para llegar a todo?

Para que los ciudadanos tuvieran el mismo nivel de servicios debíamos reducir gastos superfluos o que pudieran ser eliminados. Lo primero que había que rebajar era el propio coste de la administración. Había que ser más eficientes. Y ese debe ser el secreto porque ya no cabe la posibilidad de recortar más. Podemos hacer algún fleco. Pero en cantidades importantes, la única posibilidad que tenemos es ser más eficientes. Seguiremos reclamando.

La reunión con Montoro que pidió la patronal y el Consell para hablar de la financiación y las infraestructuras aún no se ha producido. ¿Hay una fecha ya?

El Gobierno debe atender cualquier reclamación y, sobre todo, de aquellos que son los verdaderos protagonistas de la creación de empleo en la Comunidad que son los empresarios. Necesitamos garantizar inversiones como el Corredor Mediterráneo para que llegue en 2015 a Castellón y Valencia y en 2016 al Puerto de Alicante... Por eso, en estos momentos, sí sería conveniente que ese encuentro se celebrara.

O sea que para una petición que colea desde el pasado mes de julio, antes de las vacaciones, no hay todavía una fecha...

Estamos a la espera de fecha.

El ministro Montoro no les atiende. Lo mismo que le reprochaban, en su día, a Zapatero... ¿Rajoy debería ser más sensible?

Hay diferencia. Ahora, desde el Gobierno, se han producido ayudas específicas como el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) o el plan de pago a proveedores. Hemos podido atender, con mucho esfuerzo y también agradeciendo la paciencia de los colectivos, la deuda que se venía arrastrando. Lo que queremos es dejar a cero el marcador. No deber nada a nadie. Y eso nos ha aliviado mucho las tensiones financieras. Nos han atendido posibilitando que podamos resolver todos esos desequilibrios que nos encontramos hace un tiempo y que no podíamos afrontar por la falta de liquidez. Y no digo sólo pagar las nóminas, que también. Eso no se producía antes. Creo que el Gobierno ha trabajado para intentar resolver esa desafección, sobre todo, entre instituciones y ciudadanos. Pero tenemos que seguir. Y aquí, como decía antes, hay una situación que no se produce en otros sitios y que habrá que abordar... La Comunidad precisa de ese contacto directo con Madrid para poder sacar más provecho del esfuerzo que estamos realizando.

Parte de ese rescate del Gobierno -FLA y pago a proveedores- se lo han gastado en facturas que eran anteriores a su llegada al Consell que se corresponden con abonos a restaurantes, hoteles, viajes, Hogueras y barracas, clubes de fútbol e, incluso, para el preparador físico de Aznar...

La Intervención del Estado fijó los requisitos para atender las facturas. Había que pagar todo lo que se debía a la gente desde la administración y las empresas públicas. Pero no sólo aquí. En todas las autonomías. Estoy seguro que habrá facturas de restaurantes de todas las administraciones. Seguro. Y si no son estas, habrá otras muy parecidas. ¿Hay cosas que ahora las vemos y que no se harían ni se hacen? Por supuesto. Pagos que, desde luego, llaman la atención. Ninguna empresa pública está para determinadas cosas que ahora hemos visto en las facturas. La administración está para hacer una buena gestión y no poner en entredicho la labor de la misma.

¿En la crisis de la Generalitat, junto a la infrafinanciación, también hay mala gestión y descontrol en los 20 años de gobiernos del PP?

Yo respondo únicamente de lo que es mi etapa de gobierno. Pero está claro, con las necesidades económicas que tenemos ahora, que hay gastos que se produjeron en el pasado que, desde luego, no entendemos nadie en la coyuntura actual. Y puede que alguno ni en su momento. Hablar del pasado no te resuelve el problema. Pero eso te genera una experiencia y, desde luego, sabes lo que no tienes que hacer. También es verdad que se han hecho inversiones muy positivas en la Comunidad. El esfuerzo ha sido bestial y ha puesto de manifiesto nuestra capacidad. Pero hay cosas que no se han hecho bien. Tenemos que quitar la parte que ha sido negativa y centrarnos en lo que sabemos hacer. Y, en cuanto a la gestión, lo que nos piden los ciudadanos, además de resolver la crisis económica y de que actuemos contra la corrupción, es que seamos buenos gestores con una reducción del gasto y propiciando un escenario que facilite que se vuelva a generar riqueza.

¿Y pierde la Comunidad fuerza en su reivindicación ante Madrid con esas inversiones en proyectos faraónicos e inviables; un aeropuerto sin aviones, la Fórmula Uno, la Ciudad de la Luz...?

No se puede ser tan rotundo al afirmar que esas inversiones sean tan improductivas. No es así. Durante un tiempo es cierto que se produjeron, posiblemente, gastos desproporcionados. Muchas de las gestiones que, en su día, sirvieron para hacer esas obras, ahora son impensables porque, como digo, el dinero lo estamos reservando a las políticas sociales. Y hay algunas de esas inversiones que, posiblemente, cuando se hicieron, tampoco estaban bien planteadas porque no se ha producido un retorno. Pero lo cierto es que tenemos que trabajar con esas infraestructuras. No se las van a llevar y tenemos que ponerlas en valor. Tanto el aeropuerto de Castellón que ya tenemos una empresa para gestionarlo y que se va a poner en marcha a final de año, como en su día, Terra Mítica o como otras iniciativas que han servido para dotar a la Comunidad de una repercusión internacional muy importante.

Entonces sí le han perjudicado a la Comunidad esos excesos...

Yo me encontré con una imagen de la Comunidad que no es la que me gustaría a mí, ni tampoco a los valencianos. Hemos sido centro de críticas, en algún caso, absolutamente injustas y desproporcionadas. Pero es lo que tenemos. Y debemos ser conscientes. Por eso lo que debemos hacer es trabajar para poner en valor lo que realmente somos. Y lo que somos es una de las autonomías que más ha reducido el paro en el último año. En términos absolutos la que más por encima de otras con más población como Cataluña, Andalucía o Madrid. Hemos sido de las que más empleo ha generado. Estamos por encima de la media en cuanto a las exportaciones, también en el índice de producción industrial y en cuanto al turismo somos una de las que más crece... Ese carácter emprendedor, de no parar y de aprovechar para hacer más cosas con lo que tenemos es un valor que debemos saber explotar. Eso no existe en otras comunidades. Cuando la economía cambie, aquí las cosas serán mucho mejores por esa iniciativa y ese perfil emprendedor que tiene la gente. Por eso, en estos momentos y más allá del pasado que sirve como experiencia, lo que tenemos que trabajar es por el presente y el futuro. Tenemos muchas posibilidades para seguir siendo una referencia no en cuestiones del pasado que algunos quieren hacernos recordar y que, desde luego, ahora no compartimos. Pero sí en lo que es positivo para generar riqueza y empleo en la Comunidad.

Ahora el Consell, además, tiene una investigación abierta desde Bruselas por ocultar parte del déficit a través de las facturas en los cajones de Sanidad.

Estoy convencido de que, en ningún caso, había voluntad de engañar. Hemos sido, de hecho, los primeros en sacar a la luz toda la documentación. Esta situación es fruto de las llamadas facturas en los cajones, que no se producían, desgraciadamente, sólo en la Comunidad. Es una cultura que había, primero no muy extendida, pero que posteriormente sí se generalizó. Ahora hay un registro único. Y esa voluntad de sacar a la luz las facturas, de decir las cosas como son y de actuar con transparencia no puede ser sancionable en ningún caso. Lo único que precisará es dar las explicaciones oportunas y demostrar, como así ha sido, que esas facturas se han facilitado para que sean contabilizadas.

¿Estamos ante otra enmienda más a una forma de gestionar del PP, especialmente, durante la etapa de mandato de Camps?

(Silencio) Durante muchos años aquí se ha funcionado sin tener en cuenta los ingresos y atendiendo sólo a los gastos. No tiene ningún sentido. Y, al final, una cosa y otra deben cuadrar como hace cualquier familia o cualquier empresa. Entonces, si hacen falta más ingresos, pues habrá que pelear para que hayan. Y es lo que estamos haciendo. Habrá que reducir los gastos para que aquello que es fundamental, se pueda cubrir. Estamos intentando equilibrar el presupuesto como es de sentido común. Y todo para que no haya déficit o situaciones en la que alguien nos pueda decir: «¿Aquí qué pasa?» Hay que generar confianza.

¿Cuándo fue, por cierto, la última vez que habló con Camps?

Hace ya tiempo. No hemos coincidido. La última vez fue en las Cortes donde compartimos un rato. Lo importante, creo, es centrarnos con las personas que tenemos responsabilidad. Con las que llevan la gestión en las distintas consellerias de la Generalitat, en las diputaciones o en los municipios. Con esos sí hay una comunicación muy fluida.

Hablemos del problema de la corrupción. ¿Son suficientes las medidas que usted ha tomado

Partimos de una base: las personas que están inmersas en procesos judiciales por corrupción no pueden ser, desde luego, la referencia ni del gobierno, ni del PP, ni de la dirección del grupo popular en las Cortes. No pueden ser la cara visible. No predetermino cuál va a ser el resultado de esos sumarios pero entiendo que esas personas se han de dedicar a resolver su situación y no a generar dudas ante los ciudadanos. Es la famosa «línea roja». Yo no puedo modificar el pasado pero sí puedo fijar una serie de normas para que esos comportamientos no se produzcan en estos momentos. Sobre aquellos que hayan podido cometer actuaciones irregulares, colaborar con la Justicia para que ella y nadie más sea la que tome las decisiones que correspondan.

Antes de las elecciones van a tener que hacer frente a una cascada de resoluciones en investigaciones por corrupción: supuesta financiación ilegal del PP; piezas de Gürtel como la de la visita del Papa que podría salpicar a Juan Cotino; la operación Brugal; los efectos de Nóos en la Comunidad; el saqueo de Emarsa en Valencia; el «agujero» de RTVV; el caso Blasco. Demasiados frentes...

Lo único que podemos hacer con todo eso es colaborar con la Justicia en aquello que nos pidan y dejar que los jueces actúen con independencia. Y si alguien ha hecho algo mal, cada uno sabrá lo que ha hecho.

¿Y le preocupa esa imagen que ofrece la Comunidad como la autonomía con más corrupción?

Por supuesto. Pero ni creo que sea justa ni es la imagen que nosotros generamos. Aquí hemos estado más preocupados en mirarnos de reojo que no de actuar de forma conjunta contra la corrupción. Y debemos ser inflexibles y mucho más transparentes. El dinero que maneja la administración es de todos y, por tanto, el ciudadano debe saber en lo que se gasta. Se tiene que justificar. Tanto el que gaste yo como presidente de la Generalitat, los funcionarios o cualquiera que recibe esos fondos públicos a través de acuerdos o convenios para poder hacer algo.

¿Cómo explicaría a todos los ciudadanos esas conversaciones que hemos escuchado entre políticos del PP y empresarios?

Pues difícilmente las podemos explicar porque no nos gustan a nadie. Los políticos están para otras cosas. Tenemos la suerte de representar a los ciudadanos, resolver sus problemas y mejorar su calidad de vida. Por eso, yo no comparto y detesto esas conversaciones que lo único que hacen es avergonzarnos a todos. Mi partido tiene 150.000 afiliados en la Comunidad. La inmensa mayoría, un porcentaje altísimo, prácticamente todos, es gente que lo que quiere es luchar por sus ciudadanos y por un proyecto. Eso es el PP. Mi voluntad y mi compromiso es trabajar para que nadie se pueda avergonzar de estar en un gran proyecto que, sigo creyendo, es el mejor para la Comunidad. Ante esas conversaciones, que son detestables, que nos ruborizan a todos, que nos hacen tener vergüenza de lo que es un cargo público, hay que contestar con trabajo, con gestión y también con contundencia y determinación. Yo he puesto una «línea roja», criticada por muchos. Dicen que no tendría que ser así, que puede ser injusta... Debemos ser inflexibles. Yo me encontré con una situación extraordinaria. Había un grupo de diputados en las Cortes que tenía 11 imputados, algo que no se daba en ningún otro parlamento. Y había que tomar decisiones muy difíciles pero también inflexibles. Es lo que he hecho. Quiero que los ciudadanos vuelvan otra vez a creer en sus políticos.

En pocos meses se iniciará la confección de las listas del PP. Cada vez queda menos tiempo. ¿Mantiene su firme voluntad de excluir a los imputados en investigaciones por corrupción de esas candidaturas para 2015?

No puede ser de otra manera. Debemos propiciar un mayor acercamiento de los ciudadanos con las instituciones y los políticos. Hemos hecho cosas mal. Y todos tenemos que hacer examen de conciencia. Pero, desde luego, si queremos recuperar esa confianza tiene que ser a base de una serie de compromisos con los que los ciudadanos se sientan identificados. Aquí no se trata de que alguno piense que por un tema de ruido, haya alcaldes que vayan a dejar su puesto. Hay una cosa que es la gestión propia con los recursos y las reclamaciones que se puedan generar y otra los procesos por corrupción. Para mantener una línea muy clara de inflexibilidad con la corrupción, la mejor manera de demostrarlo es que no haya ningún candidato en las listas electorales.

¿Ningún candidato imputado?

Ningún candidato imputado.

¿Entonces, de mantenerse su imputación en Brugal, la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, no sería candidata por el PP?

No hago futuribles. Es un proceso que está todavía en investigación y tiene que resolver la Justicia. Ya he dicho que hay tiempo. Pero también he marcado cuáles son esas condiciones que, entiendo, son las que pueden mejorar la confianza de los ciudadanos. Cuando llegue el momento, si esas condiciones se dan, pues habrá algunas personas que no podrán ser candidatas del PP.

Sonia Castedo no lo sería...

No hablo únicamente de una persona. Lo digo en general.

Usted mismo dice que esas conversaciones, entre otros, entre la alcaldesa y Enrique Ortiz...

Me han avergonzado...

Que le han avergonzado, que son detestables... Las condiciones las pone usted: los imputados no pueden ser candidatos. Le cito a Castedo por la importancia de Alicante. ¿Le gustaría que fuera la candidata en esas condiciones?

No voy en contra de ninguna persona. He fijado las condiciones de lo que quiero que sean los candidatos. Porque son los que representan al PP. Al final, este partido tiene mucha gente, la inmensa mayoría, que lo único que quiere es trabajar por los demás. Y no se puede resumir lo que es la forma de entender la relación entre los ciudadanos con sus representantes a través de una persona. No quiero que eso sea así. Yo he puesto unas condiciones para que ese 99,9% del PP se sienta cómodo. Sabiendo que es un partido en el que hay transparencia pero que debe trabajar para que haya más; en el que no haya corrupción y que debe trabajar para que se queden fuera aquellos que entiendan que los comportamientos inadecuados valen; y que debe poner en valor el sentimiento de muchísima gente.

Para dejarlo nítidamente claro: ¿Aquel miembro del PP que no cumpla con esas condiciones, que esté imputado en un sumario por corrupción y que, por tanto, tenga algo que explicarse ante la Justicia, no será candidato en 2015?

No será candidato.

¿Eso está claro?

Así es.

¿Sea Sonia Castedo o cualquier otro candidato del PP?

Eso es.

Ha destituido a altos cargos del Consell imputados, ha «invitado» a diputados autonómicos a que se marchen pero, sin embargo, no ha «tocado» a los alcaldes imputados en sus puestos -la propia Castedo o el caso de Milagrosa Martínez, pendiente de sentarse en el banquillo por Gürtel- a pesar de que manejan dinero público... ¿Por qué esa doble vara de medir?

A veces las cosas necesitan de un tiempo para resolverse. ¿Se podía haber actuado con más contundencia? No lo sé . Algunos critican lo que yo he hecho pero no plantean una alternativa. Lo cierto es que hemos pasado de 11 a 3 imputados [los parlamentarios Ricardo Costa, David Serra y Yolanda García, encausados en Gürtel] en las Cortes. Y confío en que antes de finalizar el mandato no quede ninguno. Para la próxima legislatura ya he puesto las condiciones. Y queda muy claro ese planteamiento después de cuatro años: un proceso de regeneración y de renovación de la imagen del PP.

También autorizó en su día una moción de censura en la ciudad de Orihuela con cuatro ediles imputados en el futuro gobierno...

En Orihuela, un alcalde con el 10% de los votos está al frente del municipio. Y redunda en la idea de que cuando alguien se junta sin tener nada en común, más allá de que alguien no gobierne, al final estalla. Eso es lo que pasó en Orihuela. Lo que tiene que haber es respeto a la decisión de los ciudadanos. Y no se respetó. Al final que algunos buscaran fórmulas para evitar que una moción de censura en la que había acuerdo para hacerla no se produjera, lo único que pone de manifiesto es que lo que no querían era respetar la mayoría. Y vuelvo a insistir que el proceso de regeneración interna del PP culminará con la confección de las candidaturas donde no habrá, como digo, ningún imputado que esté en procesos judiciales por corrupción. Ese es el plazo que hemos marcado. Unas cuestiones son difíciles. Otras, desde luego, más complicadas. Pero así se resolverán.

¿Y por qué no ha promovido tampoco el relevo de Joaquín Ripoll en el Puerto pese a su imputación en la pieza de Brugal que investiga el supuesto amaño del plan de basuras de la Vega Baja durante su etapa en la Diputación?

Del tema de Ripoll ya dije, desde su toma de posesión, que en el caso de que fuera abierto el proceso judicial se iría fuera. Y la prueba es que ya se ha producido otro caso como el de Carlos Fabra en la empresa pública del aeropuerto de Castellón. Estaba imputado desde hace mucho tiempo pero cuando se le abrió juicio oral, tuvo que dejar la sociedad.

¿Por qué esa diferencia entre la imputación y, en estos dos casos concretos que acabamos de citar, la apertura de juicio oral?

Eran las condiciones que se habían fijado desde un principio y formaban parte de esa situación. Entonces se determinaron para casos que parecían inminentes. Desde que yo entré en la Generalitat hasta ahora, se ha originado un proceso en el que se han ido atendiendo todas las circunstancias. Y estamos hablando de dos personas, Joaquín Ripoll y Carlos Fabra, que en el supuesto de que se les abriera juicio, se le dijo al propio Ripoll, irían fuera. Ese proceso culminará no sólo con la confección de las listas electorales sino con la elección de cargos que surja del nuevo gobierno, en el caso de que continúen en las mismas circunstancias. Partíamos de una situación muy compleja. Y en tres años y medio hemos recorrido un camino que parecía imposible.

Habla usted de recuperar la confianza de los ciudadanos. ¿Es favorable a la reducción o a la eliminación de la protección por aforamiento para los cargos públicos que ahora lo ostentan?

El aforamiento no significa impunidad de un cargo. Le pueden condenar, le pueden procesar, abrirle un procedimiento en cualquier momento... Pero la reducción del número de aforados es una cuestión que hemos puesto encima de la mesa dentro del parlamento valenciano. La Justicia es para todos igual y no hay que tener ningún miedo, igual que cualquier otro ciudadano, a tener que afrontar esa situación.

Arranca un curso político incierto que desembocará en las decisivas elecciones locales y autonómicas de mayo de 2015. Por primera vez desde 1995, el color político de la Generalitat está en juego... ¿Después de 20 años, qué le ofrece el PP a los ciudadanos para seguir al frente del Consell?

¿Y por qué un ciudadano se plantea no votar al partido al que apoyó en las últimas elecciones autonómicas? Me pregunto... ¿Hay casos de corrupción? Nadie está luchando más contra la corrupción en toda España que yo. ¿Gestión? Está siendo buena y acorde con lo que reclaman los ciudadanos: transparente y con sentido común. Reducimos el presupuesto sin tocar Educación, Sanidad y Servicios Sociales; somos eficientes en el gasto; estamos creando empleo, reduciendo el paro y hemos cambiado la tendencia... La situación es mejor que la de hace tres años. Todo aquello que podría generar reparos al ciudadano para seguir votándonos lo hemos corregido. Lo que quiero trasladar es que el proyecto del PP sigue siendo el mismo que ha transformado esta Comunidad. Y no puede pagar alguien por algo que se está corrigiendo y que ocurrió en el pasado cuando, además, se está votando para el futuro. Estamos haciendo las cosas razonablemente bien, rectificando los errores que se hayan podido producir en el pasado y atendiendo las necesidades actuales. Seguimos siendo ese proyecto que generó ilusión. ¿En otra coyuntura económica y corrigiendo? Sí. Hemos dado la vuelta a todos los parámetros negativos que habían llevado a los ciudadanos a desconfiar.

¿En qué favorece a la vida de los ciudadanos su propuesta para reducir el hemiciclo de las Cortes y el voto directo por comarcas?

Lo debemos hacer para no parecer que somos ajenos a lo que siente la gente y a sus problemas. De lo contrario pensarán: «Estos políticos dicen lo que dicen pero cuando les toca a ellos no actúan». ¿Alguien me puede decir que no se hace lo mismo con 99 que con 79? ¿Qué beneficio tiene? El coste. Pero, sobre todo, la ejemplaridad. ¿Elección directa de diputados por comarcas? El hecho de que, al menos, un tercio de los diputados represente a las comarcas sin la necesidad de que se elijan bajo el paraguas de un partido posibilitaría que hubiera una mayor identificación ciudadana. Sería su representante directo y el que defendería sus intereses dentro del parlamento autonómico.

Usted sabe que ese sistema electoral favorece las opciones del PP de acercarse a la mayoría absoluta y de repetir en el Consell. ¿Tanto teme el hundimiento de su partido que vaticinan las encuestas?

No. Ahora estamos hablando, sin ir más lejos, de la elección directa de alcaldes. Al final es lo mismo. La izquierda está hablando de que para luchar contra esa norma se tendrán que unir. ¡Que lo hagan! No hay impedimento para que alguien pueda o no salir elegido. A veces algunos intentan ponerle demasiadas trabas a aquellas propuestas que acercan a los ciudadanos a sus representantes, simplemente, por miedo. Lo vemos con algunos partidos que están dispuestos a unirse para presentarse a las elecciones. Es una cuestión, en todo caso, de higiene democrática: lo que tengas que hacer después hazlo antes para que los ciudadanos lo sepan y voten sobre una realidad.

¿Qué le parece la irrupción en la escena de Podemos

Hay gente que no le ha dado importancia. Pero pone de manifiesto que hay una parte de la sociedad que está en contra de la situación actual, del sistema de partidos o de la respuesta contra la crisis. Es un hartazgo. Un decir: «¡Ya está bien!» Es preocupante. Sobre todo para los que tenemos responsabilidades de gobierno y debemos tener en cuenta a esa gente que está descontenta. Que ya no confía en las instituciones ni, incluso, en el propio sistema. Por eso digo que tenemos que avanzar en fórmulas que les permitan acercarse a los temas que les preocupan. ¿La corrupción? Tenemos que hacer todos un esfuerzo para evitar la percepción de que no se hace nada. Lo hemos comprobado en las elecciones europeas. Sentémonos y pongamos unas reglas para cumplirlas. Con eso evitaríamos que hubiera tanto desapego, tanta desafección. Tenemos que dar respuestas a los problemas, no mirarnos como si la partida fuera entre nosotros y diciendo: «Oye, da igual, como todo esto nos afecta a los dos...». No sólo afecta al PP o al PSOE. Afecta al sistema. Afecta a la propia democracia. Es lo que tenemos que corregir. Hay que responder de forma rápida. Hasta aquí, con unos plazos más largos, era suficiente. Pero ahora, con los nuevos sistemas de comunicación, tenemos que ser mucho más ágiles en las respuestas porque, de lo contrario, podemos caer en un aumento de la desafección entre los ciudadanos y las instituciones.

Esa entrada de Podemos junto a otras fuerzas como EU y Compromís podría sumar con los socialistas para llegar al Consell. ¿Ve usted posible ese cuatripartito?

Creo que el futuro de la Comunidad para generar estabilidad, esperanza y seguridad no lo puede propiciar un cuatripartito con una mezcla de ideologías tan diversas. Todo no puede valer para intentar que el PP no gobierne. Y eso es algo que algunos con esperanza de alternativa se tendrían que hacer ver. Cierto es que, después de 20 años en la oposición, los socialistas valencianos están en su peor situación. Esas prisas de los socialistas para esconder su realidad y poder llegar al gobierno aunque sea con pactos, no les deben hacer perder su razón de estado y, desde luego, no pueden unirse a gente que, por encima de todo, es antisistema. Los socialistas no pueden formar parte de un problema para la Comunidad con el único objetivo de que no gobierne el PP.

¿Con esa escena tan fraccionada, ratifica su voluntad de ofrecer, pasadas las elecciones, un pacto a los socialistas para gobernar en una gran coalición a la alemana?

Lo pongo de nuevo sobre la mesa. Desde el sentido común. El sentido de Estado y de gobierno debía de preocupar a los socialistas más allá de esas prisas por tocar poder.

¿Y qué plantea usted en clave de democracia interna para el PP? ¿Primarias para los candidatos?

Cada partido tiene una forma de elección y todas son legítimas...

Su secretaria general, la consellera Isabel Bonig, por ejemplo, es partidaria de las primarias...

Debe plantearse dentro de los órganos del PP. Y, en nuestro caso, en los congresos del partido. Nuestros Estatutos son los que dicen cómo se tiene que hacer. No tengo ningún problema con todo aquello que sirva para generar mayor compromiso con la gente. Pero lo único que digo es que, más allá de especular ahora, habrá que hacerlo donde corresponde: en un congreso. ¿Mi posición? Estoy abierto a cualquier opción que sirva para originar confianza. Pero la experiencia que tenemos es la de los socialistas. ¿Alguien me demuestra que lo que han hecho ha generado confianza tanto en sus afiliados como en los electores? Viendo los resultados que tienen en la Comunidad, desde luego que no. Pero es que, además, se dan circunstancias muy curiosas. Pongo un ejemplo. Hubo unas primarias en el PSPV para elegir a su candidato a la Generalitat. En esa elección, Ximo Puig sacó en Morella, su pueblo, más votos de los que luego su partido logró en las europeas. Para mi eso no es transparencia. Estamos hablando de otras cosas. A algunos se les llena la boca hablando de procesos democráticos cuando, en realidad, sólo han servido para hacer ciertas cosas que cuestan de entender.

Ximo Puig ya es aspirante a la Generalitat pero usted aún no. ¿Tiene asegurado repetir como candidato del PP en las próximas elecciones autonómicas? ¿Cuenta con el visto bueno de Rajoy?

El visto bueno ya lo dará el que lo tenga que dar. Pero yo me veo, desde luego, con ánimo y con fuerza...

Llevamos meses de especulaciones sobre su candidatura...

Lo llevamos oyendo mucho tiempo. Al final, lo importante es el ánimo con el que uno se encuentre. Y me siento con la misma fuerza que el primer día. Sabiendo, además, que hay muchas cosas que podemos hacer en el plano económico, social, político... En estos tres años y medio, yo he intentado corregir los desequilibrios que me encontré para poder ofrecer a los ciudadanos lo mejor. Sabiendo que había muchas cosas que rectificar y pensando siempre en acercarnos a los ciudadanos. Respondo de lo que he hecho y puedo garantizar que seguimos siendo el mejor proyecto.

O sea que se ve como candidato... ¿Y dentro de un año?

Haciendo esta entrevista de nuevo como presidente de la Generalitat.

«No tiene credibilidad un alcalde con el 10% del voto»

¿La elección directa de alcaldes, además sin el consenso de la oposición, viene a garantizar la estabilidad o a evitar que el PP pierda municipios?

La estabilidad y, sobre todo, respetar la opinión de los ciudadanos. No se trata de consolidar ni a unos ni a otros. No creo que contribuya a mejorar la confianza que una serie de partidos se presenten por separado y que a posteriori se junten para que el partido mayoritario no gobierne. Si realmente saben que la única posibilidad que tienen de gobernar es yendo juntos, lo tienen fácil. Hagan un solo programa, digan lo que harán y que la gente elija. Porque, de lo contrario, se está escondiendo a los ciudadanos que lo que van a hacer después es aliarse. Es una obviedad. Es la única aspiración que tienen algunos para formar gobiernos. Lo que no tiene ninguna credibilidad es que en un municipio, con esos acuerdos postelectorales, pueda gobernar un alcalde que tenga el 10% de los votos cuando, a lo mejor, otro con el 45% se queda en la oposición.

¿Está «invitando», por tanto, a la izquierda a que una sus listas antes de las elecciones?

Que no se escondan. Todo el mundo sabe que se van a unir tras las elecciones. Es la única posibilidad para que el partido mayoritario no gobierne. Pues que se presenten juntos con un programa y unos candidatos. Y que no queden después en un despacho para repartirse cargos y formar un gobierno que, además, en muchos municipios sólo genera inestabilidad y falta de oportunidades.

«No resolvemos el problema con decir que las cosas van bien. Hay que crear empleo y que toda la gente note la mejoría económica»

¿Cuál es la receta que piensa aplicar para levantar una situación con una deuda de casi 35.000 millones, en gran medida propiciada por el rescate; de la que se pagan 3,5 millones a diario en intereses; con un «agujero» que crece a ritmo de 21 millones al día y que supone una carga de 6.924 euros por habitante?

Nos reclaman un escenario de creación de empleo. La actividad económica en la Comunidad es muy superior a la de otros territorios. Y lo que necesitamos es incrementarla todavía más. Si se incrementa habrá más ingresos para la administración y podremos abordar todas las necesidades que tengamos. Tenemos que poner al servicio de los empresarios y de los ciudadanos todos los instrumentos para la creación de empleo. No podemos rebajar el paro con el sector público. No tenemos dinero para eso. Tienen que ser los empresarios.

¿Tiene un «plan b» si toda la situación económica de la Generalitat no cambia con más fondos desde Madrid y no se genera empleo?

Es que no hay «plan b». Sólo puede haber ese. Cuando la gente optó por el PP, nos dijo que los sacáramos de la crisis. Y eso significa resolver los desequilibrios y luego crear empleo.

¿Se puede fiar toda la salida de la crisis, con la Industria estancada y la construcción en encefalograma plano, al Turismo y la exportación?

Tenemos que huir de monopolizar nuestro desarrollo en el sector inmobiliario. Hasta ahora, y lo hemos sufrido en los últimos años, dirigir todo el desarrollo a la construcción nos ha venido muy mal. Tenemos que diversificar mucho más. Es fundamental incrementar el peso de la industria en nuestro PIB y luego fortalecer los sectores que son menos vulnerables a los efectos económicos como el turismo o el agroalimentario, que son fundamentales. Las inversiones de modernización que se han hecho en esos dos sectores han sido muy importantes para afrontar mejor la situación. Pero, además, para ser competitivos, tenemos que estar siempre a la última y eso lo certifican los datos de las exportaciones. ¿Por qué exportamos? Porque somos competitivos. Son buenos productos, tienen buen precio, son diferentes, tienen calidad, diseño... Y todo eso hace que tengan demanda. Tenemos que seguir apostando por aquello que suponga innovación, internacionalización y, sobre todo, lo que nos permita seguir siendo más competitivos con infraestructuras como el Corredor Mediterráneo con un ahorro de costes importantes pero también las zonas logísticas y los puertos.

En agosto el paro ha subido en 7.000 personas. Es cierto que el desempleo ha bajado en la Comunidad en el último año pero a base de trabajos precarios y contratos temporales. ¿Qué futuro tienen las familias y los jóvenes con estos trabajos?

Siempre es un mes malo. El último agosto en el que se redujo el paro en la Comunidad Valenciana fue en 1997. Estamos rebajando el desempleo con un cambio de tendencia en el último año. Y Alicante es una provincia modelo. Es la que más afiliados a la Seguridad Social ha tenido en toda España, el 40% del descenso del paro en la Comunidad se ha producido en Alicante y también casi el 50% del empleo que se ha generado. Hemos conseguido bajar el paro en más de 45.000 personas en el último año. Partíamos de unas cifras que eran inasumibles. Y tenemos que seguir trabajando. ¿Es insuficiente? Sí. Pero vamos por buen camino. Hace un par de años, cada mes había más parados. Ahora cada mes hay menos y se genera empleo. Y en cuanto al número de contratos, lo hemos incrementado en más de un 8%. Pero lo más importante de todo es que dentro de ese aumento, un 33% son indefinidos. Lo que estamos consiguiendo a través de la reforma laboral que aprobó el Gobierno de España es que cada vez haya más contratos indefinidos.

Un trabajo, aunque sea por horas, es mejor que nada, pero el panorama es mucho peor para la mitad de los desempleados en la Comunidad que ya no cobra ninguna prestación y para una de cada tres familias que subsisten con una pensión. ¿Qué va a hacer su gobierno para ayudar a estas personas?

No hay fórmulas distintas: conseguir que cada vez haya más personas dentro del mercado laboral. Lo peor ya lo hemos pasado. Cada vez estamos un poquito mejor que el día anterior. Hay que seguir impulsando desde el Consell ayudas, desgravaciones fiscales y políticas destinadas a fortalecer a los sectores clave. Es la mejor forma de ayudar a esas personas. Hace un año y medio se estaba destruyendo empleo y ahora se está creando. Y para eso las políticas que se han ido desarrollando han sido determinantes. En nuestro caso reducir el gasto de la administración para centrar todos los recursos en atender las necesidades de los ciudadanos y generar políticas encaminadas a generar confianza y crear empleo.

Habla de mejoría pero no llega a las familias. Como recoge el último informe del Comité Económico y Social, dos de cada tres familias valencianas tienen dificultades para poder llegar a final de mes. ¿Es una recuperación ficticia sin traslación a la sociedad?

Me preocupa. No se trata de que digamos que las cosas van bien. Con eso no se resuelve el problema. Necesitamos que la gente lo note. Especialmente con la creación de puestos de trabajo. Ya le podemos decir lo que queramos a una persona que sigue en el paro. Le podemos decir que todo va muy bien: las exportaciones, el turismo, la economía... Pero alguien nos dirá que lleva tres años sin trabajo, que su familia vive con menos ingresos, que un hijo no encuentra empleo, que otro hijo ha estudiado porque era la mejor manera para garantizar un futuro y no tiene tampoco trabajo... A esa persona, hasta que no le resuelvas su problema, no va a ver que existe una recuperación económica. ¿Hay datos que son positivos? Sí. Pero la realidad es la que es. Hay que trabajar sin descanso para que esas personas también noten que esto va con ellos. Que te digan: «Yo lo he notado y mi mujer, mi marido, mi hijo han encontrado un puesto de trabajo». Entonces será una recuperación plena.

Dice usted que el paro es una prioridad. ¿Por qué no se invierte más en formación para desempleados?

Se está invirtiendo. Pero de forma más adecuada. Hasta hace poco, quizá por una dinámica o por hacerlo como se gestionaba hace unos años, había cursos que difícilmente tenían una aplicación directa. Había también muchos de esos cursos vinculados al sector de la construcción. Ahora no tiene sentido. Estamos reciclando todos esos procesos de formación y ampliando la posibilidad de que haya más personas que participen para poder ganar en una cualificación adecuada a las necesidades que haya. Hemos incrementado los recursos a esa formación para propiciar más posibilidades a las personas que buscan un empleo.

«¿La edil díscola de Elche? No propuso nada por la Sanidad»

¿La gobernabilidad del Ayuntamiento de Elche está en el aire tras la marcha de la edil de Sanidad

Primero fue destituida y luego lo cuestionó. Y tiene que responder a alguna pregunta: ¿Por qué durante el tiempo que ha estado trabajando no ha dicho nada y en el momento en el que se le destituye es cuando empiezan a haber problemas en el sistema sanitario del que ella formaba parte?

Lo hizo en redes sociales...

No hay ni un sólo escrito presentado a sus superiores durante el tiempo que estuvo trabajando para proponer cuestiones que hubiera que mejorar en la sanidad alicantina. No dice mucho a favor de una persona que formaba parte de un proyecto, que lo aceptó de forma voluntaria, que tenía la suerte de trabajar en un equipo para poder mejorar la Sanidad y que, al final, deja de estar en ese puesto para romper también su compromiso con el PP y con los ciudadanos de Elche. Hay muchas maneras de hacer llegar su descontento. Tuvo mucho tiempo en Sanidad y en el grupo municipal de Elche. Y no lo hizo.

¿Deja toda esta situación a la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, en un aprieto para gobernar?

Está demostrando su capacidad para gobernar en una situación compleja. Pero lo que tenía que haber hecho aquella persona que formaba parte del grupo municipal es, si estaba en desacuerdo, dejar su acta y no utilizarla para otras cosas. ¿Tiene sentido que una persona que ha sido elegida dentro de una lista que tenía el apoyo mayoritario de los ciudadanos, ahora se junte con otros para que al final las decisiones del pleno municipal sean contrarias a lo que los ciudadanos quieren?

¿El PP tiene previsto repescar a Gema Amor

Aquellas personas que, formando en su día parte de nuestro proyecto hubieran tenido ciertas tensiones o problemas, quieran seguir sumando, sabiendo que son uno más y que no se viene a encabezar nada, tienen las puertas abiertas para volver. En el caso de Gema Amor o de cualquiera. Pero tienen que asumir que están dentro de un proyecto en el que opinan todos y hacerlo con humildad. Las puertas han estado abiertas desde el primer día. Pero esta persona eligió hacer una candidatura para luego darle apoyo a los socialistas. Dicho esto, el PP es un partido abierto en el que todas las personas que compartan con nosotros un proyecto no tienen que buscar más allá. Hay cosas que tenemos que mejorar. Pero aquella gente que piense que el PP es la mejor opción para poder defender los intereses de los ciudadanos, que no tenga ninguna duda en formar parte de este equipo. Cabemos todos.

«A partir de ahora ya no caben más recortes. Somos una de las autonomías que más ajustes ha tenido que realizar»

¿Puede garantizar, como asegura su conseller de Hacienda, que no se van a producir más recortes en los servicios públicos?

No cabe nada más. Hemos sido de las autonomías que más ajustes han realizado y ahora sólo podemos incidir en la eficiencia. Hemos tomado decisiones muy difíciles. Pero había que hacerlo si queríamos equilibrar el presupuesto y que eso no supusiera un lastre para la recuperación. Había unos límites que no se podían sobrepasar: la Sanidad, la Educación y las políticas sociales. Son los únicos presupuestos, pese a la crisis, que han crecido. El descontento y las críticas eran más fruto de los impagos que de la situación actual.

¿Supongo, entonces, que será insumiso si le imponen nuevos recortes desde Madrid?

Eso no se va a producir.

Arranca un curso escolar cargado de polémica por el adelanto de las fechas. ¿Era necesario comenzar las clases tan pronto?

Aquí se tomó una decisión pensando en lo mejor para los alumnos y para el sistema educativo. Y era adelantar los exámenes de septiembre a julio haciendo que hubiera una continuidad en el proceso de formación. Se entendió que era lo mejor. Si los exámenes de septiembre pasaban a julio, no tenía sentido dejar un tiempo en septiembre para hacer esos exámenes con lo que el curso empieza antes pero también finaliza antes para que aquellos alumnos que tengan que hacer una mejora o una prueba adicional la puedan hacer al final del curso. El tiempo lectivo es el mismo. A la vista de lo que dicen los técnicos, se consiguen mejores resultados académicos en julio que en septiembre. Nos ayudará a mejorar el sistema educativo.

¿Hay presupuesto para la Ley de la Dependencia?

Por supuesto. Y eso que somos conscientes de que, en su día, se generó una ley que no fue acompañada de la dotación presupuestaria adecuada. Fue un grave error: se generaron unas expectativas y unas ilusiones que luego no se vieron acompañadas con el dinero consiguiente. Y para eso tenemos que ahorrar de otros sitios y destinarlo a lo que las personas más necesitadas están precisando. La ayuda a las personas más vulnerables es una obligación de todas las administraciones y, en especial, de la nuestra. Somos conocedores de los desequilibrios y de la tardanza, en algún caso, de los pagos. Veníamos de una situación en la que debíamos mucho. Pero poco a poco, con esfuerzo y con la paciencia, que agradezco, de muchos colectivos y personas, estamos consiguiendo equilibrar las cuentas y, sobre todo, permitiendo que puedan cobrar aquello que les corresponde.

¿Cómo es posible que se llegue a tardar cuatro años en tramitar una prestación de dependencia?

No sé si son cuatro años o son menos. Cualquier persona que tenga que optar a poder tener ese dinero a cargo de la dependencia tiene que garantizar a través de todos los informes esa situación. Y, en muchas ocasiones, la evaluación es lo que produce más retraso. Pero hay efectos retroactivos, con lo que ese proceso se produce en el momento en el que la persona no puede optar a la ayuda pero luego se le reconoce a posterioridad. Estamos haciendo esfuerzos muy importantes sabiendo que, en su día, no nos dotaron de los presupuestos necesarios para poder abordar esa necesidad. Estamos intentando no sólo ponernos al día sino que esas situaciones que se dieron en el pasado no se vuelvan a repetir.

Sanidad consume gran parte del presupuesto de la Generalitat ¿Se reparten bien esos fondos? No dejamos de ver urgencias colapsadas, camas en los pasillos y plantas de hospitales cerradas.

El panorama no es tan caótico. Siempre hay situaciones puntuales que hay que corregir. Pero yo me quedo con el grado de satisfacción que tienen los ciudadanos. De vez en cuando se hacen encuestas y el 80% de los usuarios de la Sanidad están satisfechos con el trato. Estamos en una situación económica difícil donde la capacidad de inversión se ha reducido de forma importante pero seguimos apostando por mejorar las infraestructuras sanitarias. Este año vamos a poner en marcha dos hospitales que estaban paralizados y también varios centros de salud para mejorar esa red asistencial. Cada día se producen más de 1.000 intervenciones e invertimos 15 millones en Sanidad.¿Hay que mejorar cosas? Por supuesto. El compromiso es reducir las listas de espera, mejorar las infraestructuras y seguir ganando ese nivel de satisfacción.

Entrevista con el jefe del Consell en InformaciónTV

A partir de las 22 horas de esta noche, InformaciónTV emitirá un programa especial conducido por la periodista María José Valero con una entrevista al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Junto a la emisión íntegra de la entrevista, la cadena también ofrecerá durante la jornada de hoy adelantos del contenido a las 13 horas, a las 15 horas, a las 17:30 y a las 19.

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