El adelgazamiento progresivo del sector público el año pasado quedaban activas 42 de las 82 empresas y organismos que un día tuvo la Generalitat y el pago por parte del Consell del coste financiero de la deuda que asumió de esas sociedades (más de 4.554 millones) han tenido su reflejo en la liquidación del presupuesto de 2013. Las pérdidas de las empresas públicas se redujeron a casi la mitad desde los 949,3 millonesde 2012. Es la noticia positiva para la Administración pública. La negativa, que, pese a todo, el desfase entre ingresos y gastos del conjunto de esas mercantiles alcanzó los 500,53 millones de euros.

Del total de esos 4.554 millones de deuda asumida, 2.669 corresponden a obligaciones con los bancos; 1.289 al plan de pago a proveedores y 596 a los créditos del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). El coste de todos esos préstamos pasó a asumirla directamente el Consell y no las respectivas empresas. De no ser así, las pérdidas del sector público superarían los 750 millones.

De entre todas las empresas de esta especie de Administración autonómica paralela, la líder en pérdidas fue Ferrocarrils de la Generalitat (FGV), que registró un resultado negativo de 174,8 millones. Pese a todo, la cifra representa una mejoría cifrada en un 11,3% respecto de los 196,9 del ejercicio presupuestario anterior. La progresión más favorable y rápida la registró curiosamente la empresa de la velocidad. El Circuit del Motor ha reducido de forma espectacular sus pérddas desde los 64,2 millones a apenas 8. Por la misma razón que le llevó en 2012 a disparar sus números rojos de 4,1 a los citados 64,2. El porqué se llama Fórmula 1. En 2013, las cuentas del Circuit ya no arrastraban el lastre del canon de 27,6 millones y la deuda de 24 que asumió al adquirir por 0,99 euros Valmor Sports, la empresa organizadora del Gran Premio de Europa en Valencia y que era propiedad de Bancaja, Fernando Roig y Worldwide Circuit Management, que tenía por socios a Jorge Martínez Aspar o Vicente Cotino (Sedesa).

Los números de Cacsa, más rojos

El Aeropuerto de Castelló alcanzó unas pérdidas de 13,6 millones, casi el doble que el año anterior, cuando no pasaron de los 7,5. El aeródromo fantasma de Vilanova de Alcolea está controlado por la pública Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunitat Valenciana (Sptcv), que, globalmente, vio como sus gastos superaban a los ingresos en 38,8 millones.

Pese a ello, la cifra supone una sustanciosa rebaja de las pérdias, que al cierre de 2012 superaron los 96 millones. Otra de las empresas clásicas en materia de números rojos y especialmente en los sobrecostes es la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa). El complejo de ocio tuvo un desfase presupuestario de 47,5 millones, que representan un incremento del 10,8% respecto de los 43,9 registrados el año anterior.

A la nueva RTVV SAU las cuentas de 2013, año de su cierre y decreto de liquidación, no le cuadraron mucho más que a su difunta madre la RTVV en fase de liquidación como ente público. Así, la nueva empresa registró 173 millones de pérdidas las segundas por cuantía, tras FGV en el año 2013, el del fundido a negro.