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Mónica Oltra, diputada de Compromís

«Hay que explicar a la gente que se puede gobernar de otra forma»

Mónica Oltra ha decidido, como ella misma explica, dar el paso adelante. Concurrirá a las primarias de Compromís para elegir al candidato a la presidencia de la Generalitat

«Hay que explicar a la gente que se puede gobernar de otra forma»

¿Qué le empuja en una escena política tan compleja como la actual a optar a la candidatura de Compromís a la Generalitat?

Lo venía meditando. Lo primero es que "m'estime el meu país" y a todos los hombres y mujeres que viven aquí. He ejercido durante estos años la crítica a un modelo que nos ha llevado a la ruina, a la indignación y también a la indignidad cuando escuchamos las conversaciones que se publican y vemos todos los casos de corrupción. Y ahora hay mucha gente que me estaba interpelando para que, además de la crítica, diera un paso adelante para decir con claridad: se puede hacer de otra manera. Y estoy dispuesta a intentarlo.

¿El apoyo que ha recibido contra la sanción de un mes que le impuso Cotino ha sido determinante?

No es casual. Y, en parte, la decisión tiene que ver con el apoyo ciudadano y el cariño que he recibido en estos días. De mucha gente que me ha dicho: «No te rindas».

¿Qué medidas tomaría «su» Consell de forma prioritaria?

Tenemos dos emergencias: la social y la democrática. Y se deben abordar en tiempo récord. Hay que hacer un plan de choque contra la pobreza ya. Nos conducen a la desaparición de las clases medias. Pero lo más urgente es atender al tercio de ciudadanos entre la pobreza y la extrema pobreza que no tiene la posibilidad de llevar una vida mínimamente digna. Luego está la emergencia democrática. Todo va unido. Hemos llegado a esta crisis económica, en parte, por la ruina democrática. Hay mucho que limpiar. Tenemos que construir un conjunto de leyes que dificulten a los corruptos y a los corrompedores que se salgan con la suya y que, a la vez, faciliten políticas de transparencia y de participación. En cualquier país civilizado, por ejemplo, Sonia Castedo ya no sería alcaldesa de una ciudad como Alicante. Desde la Democracia, hay que poner para que ningún poder, incluído el económico, se pueda convertir en absoluto. Y, a partir de ahí, quedan muchísimas otras cosas por hacer: fortalecer los servicios públicos como Sanidad, Educación, Bienestar Social o Justicia; acabar con ese dogma de los recortes...

Para todo eso hace falta dinero y la Generalitat está en quiebra. ¿De dónde sacaría los recursos y cómo resolvería ese «agujero»?

Lo primero que tenemos que hacer es una auditoría ciudadana de la deuda. No sabemos el estado real de las cuentas de la Generalitat, entre otras cosas, porque te levantas una mañana con 1.800 millones de facturas impagadas que habían metido en un cajón. Es difícil aventurarse a un diagnóstico real pero, en cualquier caso, sabemos que es muy malo. ¿Qué hace falta? Un sistema de financiación justo. En estos momentos, por culpa del PP, estamos entre las comunidades pobres. Y en el reparto de la financiación y las inversiones, Madrid nos trata como ciudadanos de segunda. Hay que plantar cara a Montoro y a Rajoy. Pero no lo puede hacer Fabra, pendiente de si lo nombran candidato antes que de solucionar los problemas de la gente. Tenemos que ver también la posibilidad de tributos propios y justos. La carga tributaria se debe redistribuir para que la sostengan también las rentas altas. Y luego hay que apostar por políticas que generen rentabilidad. Pongo un ejemplo, invertir en I+D+i te puede dar unos resultados que luego supongan ingresos a las arcas públicas. No es lo mismo que gastar en Fórmula 1. No se puede gobernar pensando en las siguientes elecciones. Hay que hacerlo con políticas que, a largo plazo, generen más calidad de vida. Debemos acabar con los recortes impuestos por la «troika» y Alemania: nos hipotecan y profundizan en la crisis. ¿Lo vamos a permitir? Tenemos que trabajar con nuevos nichos económicos ligados a la sostenibilidad o las energías renovables; y vinculados al bienestar social. La inversión en el sector público cuesta dinero pero tiene un retorno.

¿Usted se ve capaz de capitalizar como candidata el descontento con el PP y con el PSOE junto al voto emergente de la izquierda?

A mi no me gusta hablar de capitalizar. Quisiera que la gente se enganchara a un proyecto de cambio y esperanza. Que no nos voten sólo por su enfado sino porque quieren sumarse a un proyecto ilusionante y participativo. Me gustaría un voto alegre. Claro que hay cabreo. Es normal. Pero debe convertirse en una sonrisa: sólo desde ese sentimiento surgirá un cambio de verdad. No se puede hacer desde la revancha. Sólo es posible desde una política que permita hacer feliz a la gente.

¿Y estaría dispuesta a construir ese gobierno en coalición con el resto de fuerzas de izquierda?

Sí. Pero también con los movimientos ciudadanos y desde el diálogo. Y sólo con aquellas fuerzas políticas que estén instaladas en la decencia. Eso es irrenunciable. Este proyecto de cambio debe construirse desde la pluralidad y sin que nadie crea que tiene la verdad absoluta.

¿Teme que el efecto Podemos resta crecimiento a Compromís?

No me genera temor. Me produce esperanza: la gente se atreve a votar de otra manera al margen de las dos viejas opciones de siempre. El hecho de que la gente se atreva a pensar, a sentir y a votar diferente siempre es algo muy esperanzador...

¿Estaría usted dispuesta a llegar a acuerdos con Podemos?

¿Electoralmente? Es complejo. Están construyendo su proyecto. Y hay que respetarlo. ¿Políticamente? Claro. Hay muchas cosas que compartimos y de las que podemos dialogar.

¿Y cómo piensa resolver la debilidad electoral que arrastra Compromís en la provincia?

Acertar en el diagnóstico, ver los motivos y seguir trabajando mucho y mejor. Me preocupa. Algo no estamos haciendo bien cuando hay gente que no se siente acogida por el proyecto. Obviamente, tenemos que mejorar.

Las tensiones con los reglamentos de primarias no ayudan...

Eso es que estamos vivos. Y elegir candidatos en primarias está muy bien. Y las nuestras deben permitir que se refleje la pluralidad, la paridad, el equilibrio territorial y estar abiertas a todos los ciudadanos. Elegir por decisión directa de Mariano Rajoy como hace el PP es más fácil pero, desde luego, no es aceptable en democracia.

¿Tendrá rival en las primarias?

Espero que sí... Que haya diversas opciones. A todo el mundo no le tiene que parecer bien mi candidatura.

¿Será Enric Morera?

Me encantaría que se presentara. Pase lo que pase, el proyecto de Compromís no se puede entender sin Morera. El tándem seguirá funcionando.

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