Los calendarios electorales permiten que el PP tenga todavía medio año por delante hasta que arranque el proceso de elaboración de las listas electorales para intentar cerrar un acuerdo con la nueva cúpula del PSOE encabezada por Pedro Sánchez, que ni siquiera todavía ha designado al nuevo secretario de Justicia de su ejecutiva. Será, en todo caso, una negociación muy complicada. Los socialistas saben que las investigaciones por corrupción son una baza de desgaste electoral de la figura de Alberto Fabra y tratarán de alargar el conflicto dentro de las filas del PP. Y entre los populares de la Comunidad hay unanimidad: quieren un acuerdo. P. r. f.