¿Qué consecuencias puede acarrear la rebelión de la Generalitat? La primera, asumida ya por el Consell, será el más que probable rapapolvo del Gobierno. Fuentes del Ejecutivo autonómico dan por hecho que al Ministerio no le gustará ni un ápice el plan que ha presentado la Comunidad para su debate en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera. Pero creen también, por otro lado, que no le quedará más remedio que transigir. «Si no recibimos dinero adicional, no cumpliremos el déficit», añadieron esas fuentes. De mantenerse ese tira y afloja entre las dos partes y no alcanzar una entente, la Generalitat podría sufrir una medida dramática: la intervención. La ley de estabilidad financiera, impulsada bajo mandato de Rajoy, faculta al Gobierno central a asumir el timón de la economía de las comunidades en caso de incumplir una serie de preceptos. Entre ellos, el objetivo de déficit. «No valoramos esa opción», matizaron desde el Consell. A. F.