El presidente de las Cortes, Juan Cotino, insistió ayer en que no dimitirá pese a las presiones de la oposición e incluso de parte de su propio partido. «¿Por qué tengo que dimitir? No me lo explico». Y se preguntó: «¿Qué mal he hecho para que tenga que dimitir? Si alguien me tiene que juzgar es un juez, pero primero tendrán que imputarme». Cotino se pronunció de esta manera en los pasillos de las Cortes después de que haya aparecido su nombre en distintas conversaciones del plan Rabasa, que está siendo investigado como pieza separada en el caso Brugal.

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, también se refirió ayer desde Madrid a la situación de Cotino. «Voy a ser muy tajante e inflexible en ese tema (...) Si eso se produjera (la imputación), yo sería el primero en pedirle al señor Cotino que dejara su escaño», afirmó durante el campus FAES.

Los grupos de la oposición, por su lado, exigieron ayer de nuevo su dimisión por estar «salpicado en varios casos de corrupción» y con el fin de que se devuelva la «dignidad» y la «credibilidad» a la segunda institución de la Comunidad Valenciana. Los diputados de EU incluso exhibieron unos carteles durante la sesión plenaria de ayer reclamando su dimisión como presidente.