Muchas de ellas estuvieron antes escondidas en un cajón de cualquiera de las empresas públicas que, llegado el colapso de la Generalitat, dejaron de pagar. Luego el Plan de Pago a Proveedores del Gobierno sirvió para saldar decenas de miles de facturas. Algunas se comprometieron en su día sin que existiera consignación presupuestaria y, por tanto, al margen del circuito administrativo. De este modo, se asumieron obligaciones sin cumplir la normativa contractual y sin los controles adecuados de la Intervención. Ahora, fuera del cajón gracias a los préstamos del Estado, el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, se ha comprometido también a sacarlas a la luz.
En el sector público, el crédito estatal taponó un agujero de 1.237 millones. De una tacada, el Ejecutivo desembolsó el dinero. Sin embargo, hasta ahora no estaba dispuesto a desvelar el detalle de la operación. Los socialistas, a través de su portavoz, Antonio Torres, reclamaron en las Corts el acceso a las facturas para identificar beneficiarios y conceptos abonados. ¿Se coló algún gasto tóxico para el Ejecutivo? ¿Aprovechó el Consell la ola del Plan de Pagos para saldar deudas con alguna firma bajo sospecha? Es lo que piensa el PSPV. Ante las exigencias socialistas, Juan Carlos Moragues respondió con un cuadro donde únicamente se informa del número de facturas y proveedores. Sin embargo, se compromete a abrirle los cajones y mostrarle las facturas si quiere conocer más detalles.
