La Generalitat Valenciana lanzó ayer un órdago al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Si el próximo jueves espera que la Comunidad se comprometa a aplicar más recortes en el transcurso del Consejo de Política Fiscal y Financiera, se equivoca. El Consell no lo hará. Por lo menos, eso recalcó ayer su portavoz, María José Catalá, durante su comparecencia tras el pleno del Ejecutivo. «Está tremendamente claro que no se pueden pedir más esfuerzos a los ciudadanos», proclamó, casi parafraseando al propio Alberto Fabra.

Fue un desafío en toda regla. Sobre todo, porque el número dos de Montoro en Hacienda, Antonio Beteta, aseguró este pasado martes en Valencia que la Generalitat aún tiene margen de sobra para adelgazar sus cuentas. «No en todos los servicios públicos, ni en todos los conceptos, según sus propios estudios, el gobierno de la Generalitat es el más eficiente. Así de claro», dijo el secretario de Estado de Administraciones Públicas.

Beteta se postuló en estos términos, para sorpresa de los allí presentes, en un acto al que había sido invitado por el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues. Esas declaraciones, tal y como ha venido informando este diario a lo largo de la semana, provocaron un aluvión de críticas de todo el arco parlamentario de las Cortes y de la propia Generalitat. PSPV, Compromís, EU y el propio PP censuraron esas palabras y coincidieron en que la Comunidad no puede seguir metiendo la tijera.

Ayer, el guante lo recogió Catalá. «No va a haber más medidas de ajuste en la administración valenciana. No aceptamos el criterio de Beteta porque supone tocar el eje social de la administración. No vamos a hacerlo porque no vemos que haya margen para más medidas de ajuste», insistió de nuevo la también consellera de Educación. Catalá quiso rebatir de esta forma las polémicas palabras de Beteta. Y es que el secretario de Estado de Administraciones Públicas no sólo reivindicó más ajustes en la Comunidad, sino que también cerró la puerta a disponer de un nuevo modelo de financiación autonómica en un corto espacio de tiempo. «Mientras no haya más recaudación no hay un sistema de financiación que pueda ser asumible por el conjunto de las comunidades; mientras no crezca la tarta económica, cualquier cambio traería insuficientes recursos», sentenció el número dos de Montoro.

Beteta cerró de esta forma la puerta a los dos salvavidas con los que esperaba contar la Generalitat para no tener que pedir más préstamos al propio Estado. Ni habrá nuevo reparto de fondos con carácter retroactivo a 1 de enero de 2014, ni tampoco se habilitará un mecanismo adicional para compensar a aquellas comunidades autónomas discriminadas con el actual modelo de financiación. Entre ellas, la valenciana.

Ante tal rejonazo, ¿qué hará el Consell? Por lo pronto, plantar cara este próximo jueves en el Consejo de Política Fiscal y Finananciera. Juan Carlos Moragues desoirá al ministro y no presentará nuevas propuestas de recortes en ese cónclave . «No llevaremos ningún plan de ajuste porque los ciudadanos ya han hecho suficientes sacrificios», remató la consellera.

Las exigencias del alto cargo de Hacienda han enervado tanto los ánimos de la Generalitat que incluso su portavoz no dudó ayer en reclamar alto y claro que se compense también la deuda histórica, cifrada por los expertos de las Cortes en 13.500 millones de euros. Hasta ahora, los distintos cargos públicos del PP reclamaban con la boca pequeña esa cuantía. Pero ayer María José Catalá dio un paso al frente. «No cuestionamos a Antonio Beteta, es que no compartimos su opinión. Queremos un nuevo modelo de financiación y mecanismos para la devolución de la deuda con el cambio de escenario económico. No renunciamos a ninguna de estas cuestiones, y si eso supone elevar el tono, elevamos el tono», apostilló.

Reforma estatutaria

La consellera también valoró ayer la hipotética reforma del Estatuto. Preguntada si la Generalitat paralizará la propuesta que ya hay registrada en el Congreso para blindar inversiones en el caso de que la oposición no acepte también reducir el número de diputados de las Cortes, Catalá dejó entrever que no: «Estamos dispuestos a solicitar al Gobierno la mejora de las inversiones y no vamos a abandonar nunca esa reivindicación, pero espero que la oposición trabaje con nosotros». La portavoz del Ejecutivo, por último, dejó abierta la puerta a una posible reprobación al secretario de Estado de Administraciones Públicas, como pidió EU, si finalmente aprueba un modelo de financiación autonómica dañino para los intereses de la Comunidad Valenciana. Afirmó que a día de hoy no es la mejor opción, pero acto seguido matizó que en caso de que el nuevo sistema no convenza, se valoraría esa posibilidad: «Ya nos lo plantearíamos», concluyó la consellera.