Los resultados de las Elecciones Europeas en la ciudad de Alicante evidencian un descalabro del Partido Popular que, si bien sigue siendo la fuerza política más votada (un 28,8% de los votos), pierde 22 puntos porcentuales con respecto a los comicios europeos de 2009. También cae el PSOE que, siendo la segunda fuerza (20% de los sufragios), reduce sus apoyos en casi 18 puntos. Las dos agrupaciones mayoritarias han visto como los votos obtenidos se reducían prácticamente a la mitad con respecto a los de hace cuatro años. Frente a esta sangría, las agrupaciones minoritarias ganan terreno. De esta forma, UPyD y Esquerra Unida -con un 10,8% y un 10,6% de los votos, respectivamente- aumentan su peso y Podemos se sitúa justo detrás -con un 9,9% de los votos-.
La extrapolación de los datos de los comicios europeos a unas hipotéticas elecciones municipales -no se celebrarán hasta 2015- deja entrever un posible vuelco en la configuración del Ayuntamiento de Alicante, en el que el PP perdería siete concejales, pasando de 18 a 11 y desvaneciéndose así la mayoría absoluta que venía encadenando en los últimas cinco elecciones municipales. El PSOE perdería un concejal -se quedaría con siete- mientras las otras fuerzas con representación municipal UPyD y EU alcanzarían los cuatro ediles cada una -ahora tienen uno y dos, respectivamente-. La corporación municipal se abriría, por primera vez, a una quinta fuerza política. Se trata de Podemos que, realizando una proyección de los datos, podría alcanzar los tres concejales mientras Ciutadans y Compromís se quedarían a las puertas. La llave del gobierno local quedaría, por tanto, en manos de los grupos minoritarios y el PP se vería abocado a pactar para gobernar con estabilidad.
Aunque la proyección de los datos sobre lo que podría ocurrir en la ciudad debe tomarse con cautela, el resultado de las elecciones europeas es el sondeo más numeroso del que se dispone a un año de los comicios locales. Hay que tener en cuenta que son muchas las diferencias, entre otras, que el nivel de participación en unas elecciones europeas suele ser inferior -en las últimas municipales de 2011 hubo una abstención del 38% y en las celebradas ayer para el Parlamento Europeo del 53,4% (tres puntos más que en las europeas de 2009)-. Los resultados son, no obstante, el indicativo más objetivo con el que se cuenta y marcarán la hoja de ruta de los partidos de cara al próximo año, en el que la evolución de la situación económica o el tirón de los candidatos será decisivo. Por ejemplo, en el caso del PP, todavía está por ver si la alcaldesa, Sonia Castedo, -imputada en la investigación judicial por el presunto amaño del Plan General- encabeza la lista electoral o si, en el caso de no hacerlo, lidera una lista alternativa.
La sangría de votos deja al PP en una situación en la que no se ha visto desde que en 1995 llegó a la Alcaldía. En el PSOE llueve sobre mojado y sigue en caída libre, mientras los partidos minoritarios siguen abriéndose paso y podrían tener la llave del gobierno local el próximo año.
