Los ciudadanos de la Comunidad apenas muestran interés por cuestiones como la financiación autonómica, las elecciones europeas, el futuro de una radiotelevisión pública o las infraestructuras. Sus grandes preocupaciones son el paro y la corrupción política. Ni siquiera muestran demasiada inquietud por la situación de servicios como la Educación en la Comunidad Valenciana. Así se desprende del barómetro autonómico del mes de abril, encargado por la Generalitat para conocer la opinión de los ciudadanos y que fue presentado ayer por el vicepresidente José Císcar en su habitual rueda de prensa semanal posterior al pleno del Consell.
Aprovechando la cercanía de las próximas elecciones europeas del 25 de mayo, el barómetro intenta bucear en la opinión que tienen los ciudadanos sobre la UE y su intención de participar en esos comicios. Hay desinterés y desconfianza. Hasta el punto de que un 41,7% cree que estar en Europa perjudica a la Comunidad frente al 33,4% que considera que es beneficioso, sobre todo para el turismo y las infraestructuras.
En cuanto a las elecciones, el interés que despiertan, en palabras de Císcar, es «poco o ninguno, como algunos aseguraban». Las cifras son bastante claras: al 31,2% le interesan poco las elecciones y al 32,4% nada. Y en lo referente a la intención de voto, sólo el 49% manifiesta la certeza de que acudirá a las urnas el próximo 25 de mayo mientras que el 21% ya asegura que no irá a votar. Desinterés evidente en unos comicios que no están consiguiendo movilizar a una población cada vez más desencantada con la política y con Europa. El vicepresidente aclaró que no se preguntaba sobre la intención de voto porque este barómetro no es una encuesta. «Este tipo de sondeos no tratan preguntas electorales», dijo. Pero, ante la cercanía de esa cita, desde el Consell se quería acreditar, aseveró Císcar, si los ciudadanos son conscientes de la importancia de las decisiones de la UE, el 70% de las cuales tienen un efecto sobre la vida diaria. Sin embargo, los grupos de la oposición dudan de la afirmación del portavoz del Consell. Y consideran improbable que, a estas alturas, con las europeas tan cerca y con las elecciones autonómicas a un año vista, el Consell no haya encargado datos sobre la intención de voto.
Preguntados por los problemas básicos de la Comunidad, los ciudadanos señalan el paro (82%), la corrupción política (44,4%) y la sanidad (25,5%) como los más acuciantes. Pero no sólo aquí sino también en el conjunto del territorio de España, donde la corrupción preocupa aún más (53,8%). Se considera que las partidas que no se deben tocar en ningún caso son sanidad, educación y servicios sociales. Y las que sí deberían recortarse son, por un lado las dietas y los sueldos de los políticos, asesores y cargos de confianza (64,4%) y, por otro, las infraestructuras (24,8%). En este punto, el portavoz del Consell mostró su sorpresa. Consideró que los ciudadanos no son plenamente conscientes de la importancia que tienen las infraestructuras. No sólo son carreteras o puentes -lanzó el vicepresidente-, sino que son también colegios, hospitales y el mantenimiento de los ya existentes. En definitiva, inversiones que son básicas para los servicios públicos. El vicepresidente pasó de puntillas sobre la opinión de los encuestados en relación con los sueldos de los altos cargos, un aspecto que revela la mala imagen que tiene de la política la sociedad valenciana al considerar que es un gasto susceptible de ser reducido para evitar más recortes en servicios públicos que sean básicos.
«Sin problema valenciano»
También se pregunta por la financiación autonómica y queda de manifiesto que la población no lo considera tan relevante como la Generalitat. El 60,1% sí estarían a favor de que hubiera un fondo para compensar las desviaciones del presupuesto y el 80,9% se muestran partidarios de negociar con el Estado y las demás comunidades autónomas un nuevo modelo de financiación sin provocar un «problema valenciano» con este asunto. José Císcar también valoró negativamente que la ciudadanía no capte la importancia de la financiación autonómica porque afecta a la sanidad, la educación o el bienestar social.
Por otro lado, las valoraciones en sanidad y educación en todos los niveles (atención primaria, especialistas, ingresos hospitalarios, educación infantil, primaria, secundaria...) obtienen puntuaciones que van desde el 5,2 al 6,8. Entre el aprobado raspado hasta el bien alto. En relación con esas calificaciones el vicepresidente del Consell se mostró satisfecho. Consideró que «más de un 5 es muy buena nota» y que los ciudadanos están mayoritariamente contentos. Además, en relación con estos dos sectores se preguntó en qué medida se preferían una sanidad y educación públicas universales, gratuitas y de calidad aunque prestadas mediante conciertos o concesiones. Pero los datos no acaban de revelar una respuesta clara sobre un movimiento que entronca, de forma directa, con los movimientos del Consell para privatizar los servicios sanitarios o acabar primando a los colegios concertados.
Medios públicos
En cuanto a RTVV, se preguntó en el barómetro si se estaba de acuerdo con el cierre de Canal 9 o se hubiera preferido mantenerlo subiendo los impuestos y el 22,7% de los encuestados dijo que prefería el cierre. En cambio sí se muestran conformes con las desconexiones territoriales, en las que preferirían recuperar principalmente los informativos. Císcar no consideró que la desaparición del medio autonómico fuera culpable del bajo grado de conocimiento y el poco interés que los ciudadanos demostraron por cuestiones como la financiación. Señaló que «hay muchos medios de comunicación y al final la información llega» y alegó que RTVV dejó de emitir en diciembre y que en tan solo cuatro meses no se puede producir la desinformación, que sería un proceso más largo. Además, señaló que la tesis del Ejecutivo es que hay cosas más importantes. La oposición se viene quejando desde hace meses de la opacidad con la que se trataba esta información que sale a la luz en plena campaña.
