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LA AGENDA DEL PARTIDO POPULAR

Fabra envía a sus consellers a hacer campaña electoral en horas de trabajo

La cúpula del PP impone a los miembros del Consell un amplio calendario de actos para las europeas, incluyendo convocatorias en horario laboral

Císcar repartió propaganda en su horario de trabajo LOINO

Los miembros del Consell van a tener trabajo en los próximos días... aunque sea a base de hacer campaña electoral. Necesitado de una victoria con cierta claridad en las europeas para apuntalar su candidatura a la Generalitat en 2015, Alberto Fabra ha decidido enviar a sus consellers a pisar la calle para «reforzar» el mensaje del PP. Van a protagonizar actos en los municipios aunque sea, incluso, en horas de trabajo, como se desprende de las agendas organizadas por la cúpula popular para los dos últimos días. Casi todos están en campaña con convocatorias que se solapan, eso sí, con su horario laboral por la mañana y que, igualmente, les ocupan gran parte de la tarde. Así que, en lugar de trabajar en sus despachos en las consellerias o de promover iniciativas para salir de la crisis, hasta que se celebre la cita con las urnas -fuentes del PP confirmaron que ese ritmo va a continuar- se van a dedicar a una campaña de partido en la que los populares se están jugando dar alas a una alternativa o, por el contrario, ganar un margen con una victoria que «venda» la imagen, aunque sea con un respaldo más precario, de que continúa su hegemonía en la Comunidad.

En la agenda de ayer, casi todos los miembros del Gobierno -siete consellers y el propio Fabra- estaban en campaña: 17 actos por toda la Comunidad. Con una excepción: la titular de Bienestar Social, la alicantina Asunción Sánchez Zaplana. Juan Carlos Moragues, Máximo Buch, Serafín Castellano, Manuel Llombart y el propio jefe del Consell tenían convocatorias con militantes en la provincia de Valencia. El titular de Sanidad y Fabra ocuparon parte de su horario laboral matutino en pedir el voto para el PP. El presidente de la Generalitat, incluso, se pasó parte de la mañana con un almuerzo en Requena. En Alicante tuvieron convocatorias, por su parte, María José Catalá, Isabel Bonig y el vicepresidente José Císcar.

Las dos conselleras protagonizaron actos de campaña en La Nucía y l'Alfàs del Pi y en Teulada y Gata de Gorgos, respectivamente, a lo largo de la mañana. En plena jornada laboral. Catalá siguió la ruta por la tarde en Xixona. La inmensa mayoría de las convocatorias diseñadas por el PP son reuniones y encuentros con militantes con un objetivo: movilizar a la tropa propia y evitar que se implique la de la oposición. Es decir, tratar de llevar a las urnas, únicamente, a los convencidos de que meterán la papeleta del PP. meterán la papeleta del PPHasta el vicepresidente José Císcar, a la sazón líder popular en Alicante, ha entrado en la rueda de hacer campaña electoral en horas de trabajo. Gran parte de la mañana de ayer la dedicó a repartir folletos en un mercadillo de Callosa de Segura en compañía de la candidata Eva Ortiz. No atendió ni siquiera a los periodistas en una jornada que, además, tenía connotaciones política vinculadas a la presentación de una eventual moción de censura en Orihuela.

El mismo día en el que se dirimía en un juzgado de Elche la posibilidad de que pueda prosperar ese voto de censura y 24 horas antes de que la presidenta del PP de Orihuela, Pepa Ferrando, acuda a declarar como imputada por fraude, cohecho, malversación y prevaricación en el conocido como «caso Fitur», Císcar se dedicó al reparto de folletos y evitó pronunciarse ante una polémica que pone en cuestión la famosa «línea roja» de Fabra con los imputados en investigaciones por corrupción. Llegó a las 12.15 horas -hora de trabajo para la mayoría de los mortales que todavía tienen la suerte de disponer de un empleo- a la sede del PP de Callosa de Segura, posó para las fotos, entró al inmueble para «vender» las bondades de Arias Cañete como candidato -sin admitir tampoco preguntas- y volvió a la calle. Eva Ortiz creyó que Císcar hablaría con los medios y se ofreció a hacer la gestión. «¿Sobre qué quieren preguntarle?», señaló Ortiz. Los periodistas le indicaron que sobre los diferentes frentes judiciales que acechan al PP de Orihuela.

En menos de un minuto, el dirigente popular se escabulló en un zoco atestado de compradores en busca de gangas. No quiso hablar sobre el proceso judicial con el que se intenta, precisamente, aupar como alcaldesa de Orihuela a Pepa Ferrando y se dispuso a repartir «panfletos» arropado por decenas de cargos y simpatizantes que habían acudido para acompañarlo, entre ellos, varios diputados y el equipo de gobierno callosino al completo.

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