Alberto Fabra lo tiene claro: los imputados no pueden estar en la primera línea y la decisión sobre el futuro de Sonia Castedo como candidata del PP a la Alcaldía de Alicante en 2015 se tomará cuando se abra el melón de las listas conforme a su situación judicial. La renuncia de Castedo como diputada autonómica, adelantada por este periódico y que se sustanciará hoy oficialmente con el registro en las Cortes, le pilló a Fabra camino de Santa Faz. Y, de hecho, su comparecencia después de la celebración religiosa en el Caserío se convirtió en un «tercer grado» sobre la situación de la primera edil alicantina y su futuro electoral en el PP. El presidente de la Generalitat trató de capear el temporal. En vísperas del test decisivo de los comicios europeos, el líder popular no quiere polémicas. Así que, sin bajarse de su «línea roja» sobre la obligación de que los imputados no tengan protagonismo, aplazó cualquier decisión sobre Sonia Castedo al momento en el que se aborden las candidaturas, algo previsto para febrero o marzo de 2015.

El titular de la Generalitat atribuyó la renuncia de Castedo a «una decisión personal muy respetable». «Lo cierto es que hace tiempo que había mostrado su voluntad de abandonar las Cortes para dedicar más tiempo al Ayuntamiento de Alicante. Es muy respetable -insistió- pero hay que esperar a que se produzca para hacer más valoraciones», subrayó a la espera de que hoy mismo, con la renuncia de la primera edil ya firmada ante notario, se haga efectivo el registro en las Cortes. Alberto Fabra admitió que ha hablado «muchas veces» con Castedo aunque no durante la romería a Santa Faz -a la que el jefe del Consell acudió pero de la que la alcaldesa se ausentó por su reciente maternidad- y, en todo caso, dejó los tiempos en manos de la primera edil alicantin. «El momento adecuado para tomar la decisión de renunciar a su escaño debe hacerlo ella», zanjó Fabra. En la misma línea se pronunció el líder provincial del PP y número dos del Consell, José Císcar.

Ahora el procedimiento sobre el supuesto amaño del plan urbanístico de Alicante -con Castedo y Luis Díaz Alperi imputados por tres graves delitos- vuelve a Alicante. De acuerdo con la «línea roja» de Fabra, por tanto, se mantiene la incógnita sobre el futuro de la primera edil como alcaldable del PP en 2015. El jefe del Consell no despejó dudas. Intentó ganar tiempo. «Se hablará cuando tengamos que hablar», aseveró para aplazar el proceso a la confección de listas. Pero, en todo caso, reiteró que la decisión dependerá de lo que digan los tribunales. «Me preocupo de hoy y mañana. Tenemos estrategias y planificación pero esas cuestiones tiempo al tiempo. Hay que dejar trabajar a la Justicia», añadió aunque dejando claro que en «el camino de regeneración política» iniciado por el PP las «personas imputadas no pueden estar en primera línea política y deben tener menos protagonismo». El jefe del Consell, de hecho, sí lanzó una carga de profundidad sobre la resolución de Castedo de delegar la Alcaldía en Andrés Llorens -también imputado- mientras se repone del nacimiento de su segunda hija. «Es una decisión adoptada por el ayuntamiento, es respetable y cada uno sabe lo que tiene que hacer. Cuando yo tomo decisiones sé muy claro lo que hago», dejó caer.

El líder del PSPV, Ximo Puig, también en Alicante para participar en la Peregrina, se preguntó por qué dimite como diputada y no como alcaldesa algo que, en su opinión, debía haber hecho ya. Castedo le retó: «¿Que no lo entiende? Que me llame cuando quiera y yo se lo explico». Tanto Mireia Mollá y Joan Baldoví, de Compromís, como Esther López Barceló, de EU, insistieron en que la primera edil debería dejar también el consistorio alicantino.