Alberto Fabra destacó ayer en Alicante la importancia que tendrán los comicios europeos del próximo 25 de mayo. Por un día, el presidente de la Generalitat no habló de financiación autonómica, déficit, deuda, casos de corrupción, ni guerras internas en su partido. Por espacio de 45 minutos, el jefe del Consell expuso su visión sobre Europa. En una multitudinaria conferencia en el MARQ, Fabra ni tan siquiera citó de manera directa al hipotético tripartito (PSPV, Compromís y EUPV) que podría gobernar la Comunidad en 2015 tras dos décadas de PP en el Palau, aunque lo cierto es que ese pacto planeó en su alocución en tanto que, a día de hoy, es casi el único discurso de los populares para tratar de atajar las opciones de la izquierda.

De hecho, durante su discurso el presidente sí hizo varias menciones indirectas a la oposición. Aseguró que los «nacionalismos exacerbados» condujeron a Europa a vivir uno de sus peores momentos históricos cuando, en 1939, estalló la II Guerra Mundial. Y casi al final de su intervención, el presidente del PPCV hizo un llamamiento a los votantes para «evitar caer en los errores del pasado» y no votar a los partidos que representan «exceso de nacionalismo». Y concluyó: «Los nacionalismos no nos llevan absolutamente a nada. Sólo generan tensiones».

Fabra pidió «participación» el día 25. Consciente de que buena parte de su bolsa de electores podría optar por quedarse en casa el día de los comicios dado el desgaste que acumula el PP, el jefe del Consell insistió en que su partido «es el único» que tiene visión europeísta.

Más allá de ese llamamiento, también lanzó varias propuestas. Ante la atenta mirada de la eurodiputada Eva Ortiz -candidata número 20 en la lista electoral del PP-, el presidente citó varias «debilidades» de la Unión Europea.

Entre ellas, que «no existe una política hídrica conjunta». «Si existen tratados en los que se habla de solidaridad en materia energética o en cuestiones de catástrofes humanitarias, por qué no entender también el concepto de solidaridad hídrica», apostilló. Fabra afirmó que Bruselas «no es consciente» de que «cuando Alicante pasa sed, también pasan sed Alemania o Lituania». De ahí que apostara por que la Unión Europea potencie la «solidaridad hídrica, con los trasvases incluidos». «Es importante mejorar la sensibilidad de Europa hacia la agricultura mediterránea», espetó.

Tal y como ocurre con la financiación autonómica, el presidente también habló ayer de «marginación». Lo hizo al referirse a la red de infraestructuras terrestres y marítimas del continente: «Europa no se ha preocupado de que exista una conexión entre los países del norte y los del sur (...). Un liderazgo europeo es imprescindible cuando hablamos de comunicaciones: tener una conexión con el Mediterráneo para ser todos más competitivos y no sólo hablar del sur Europa, porque la realidad es que si apostamos por infraestructuras en el sur de Europa, estamos favoreciendo el progreso y desarrollo de toda Europa».

La parte final de su intervención estuvo centrada en los retos que afronta la Unión Europea a corto y medio plazo. «Vienen años complicados y muy difíciles», vaticinó. Para superarlas, España, en general, y la Comunidad, en particular, «tienen que ser conscientes de la importancia de sentirse europeos, porque todo lo que se vota en Bruselas tiene incidencia directa sobre las personas», dijo.

A la conferencia del presidente acudieron multitud de cargos del PP. Estuvieron el coordinador de campaña regional del partido, Alejandro Font de Mora; el vicesecretario regional Miguel Ortiz; la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor y los diputados autonómicos Elisa Díaz, Antonio Peral y Juan de Dios Navarro, entre otros muchos. Además hubo representantes empresariales y de colectivos sociales.