­La visita de Rubalcaba tras el episodio del ninguneo del PSOE al PSPV con la confección de la lista socialista a las europeas era un asunto delicado para Blanquerias.

Tal vez por eso, para evitar suspicacias, Puig estuvo especialmente cortés, recibiendo al líder federal en la estación del AVE y acompañándolo de nuevo a las 14 horas, cuando partía hacia Madrid. La delicadeza, eso sí, estuvo más en las formas que en el fondo, con un discurso en el que el inquilino de Blanquerias se centró más en presentar su alternativa a la Generalitat que en agasajar al invitado.

Al comité nacional de exaltación de Puig no faltó casi nadie: Lerma, Ciscar, Romeu, Ábalos, el grupo parlamentario con Torres al frente... Todos ellos estuvieron en primera fila. También acudieron el derrotado Toni Gaspar y el exlíder del PSPV Jorge Alarte, que abrazó efusivamente a Rubalcaba. Para él tuvo un guiño el líder federal. No se vio, sin embargo, a dos de los perjudicados por la confección de la lista: Andrés Perelló y Ángel Luna. Este último alegó motivos personales.