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La negativa del Gobierno a pagar la deuda histórica abre otra batalla con el Consell

«Igual tenemos que sentarnos con el secretario de Estado de Hacienda y decirle que se centre en la cuestión», se queja Císcar

Máximo Buch, José Císcar y Asunción Sánchez Zaplana, ayer tras el pleno del Consell. MANUEL BRUQUE / EFE

La negativa del Gobierno a reconocer y pagar la deuda histórica que acumula la Comunidad ha vuelto a abrir otro frente entre el Ejecutivo central y el Consell de Alberto Fabra. Su vicepresidente, José Císcar, no se mordió ayer la lengua y respondió de forma muy gráfica al secretario de Estado de Hacienda, Antonio Beteta: «Igual tenemos que sentarnos con Beteta y decirle: mire usted, aquí están los informes, céntrese en la cuestión». Císcar se postuló en estos términos durante su tradicional comparecencia de los viernes tras el pleno del Consell, y apenas unas horas después de que el número dos de Montoro cerrara la puerta al pago de la deuda histórica, cifrada por los expertos en 13.499 millones de euros.

Este pasado jueves, Beteta consideró «inaceptable» esa pretensión y negó cualquier tipo de discriminación. «Los acuerdos que se toman por ley y se asumen de forma voluntaria no generan una deuda», zanjó en el Congreso tras una pregunta del socialista Ximo Puig. Además, advirtió de que el nuevo modelo de financiación autonómica, ese que tanto ansía el Consell, no focalizará el reparto de fondos en el número de habitantes de las comunidades.

Ayer, Císcar le quiso dar réplica, aunque a la vez trató de normalizar las relaciones con el Gobierno. «Por encima de los criterios que se adopten, a la Comunidad se le tiene que financiar por cinco millones de personas y siempre hemos defendido y defenderemos que cualquier valenciano tiene los mismos derechos que un extremeño, un gallego, aragonés o cualquier ciudadano de España. Y para eso debe tener la misma financiación autonómica», sentenció. En caso de que el nuevo sistema continúe castigando al Consell, Fabra no se quedará callado. «Seguiremos defendiendo que, como mínimo, tendremos que recibir lo mismo que la media de España. Quien no lo quiera ver, nos tendrá enfrente, sea quien sea y se llame como se llame», advirtió Císcar.

El también portavoz del Ejecutivo reconoció que el Gobierno central no tiene por qué abonar esa deuda histórica, aunque a la vez insistió en que la Generalitat la seguirá reclamando. Consciente de que las arcas estatales también atraviesan por un momento delicado y que la Unión Europea «vigila» para que España cumpla con el objetivo de déficit, Císcar volvió a deslizar que parte de esa deuda histórica podría compensarse a través de una serie de mecanismos. Aunque no los mencionó, el Ejecutivo valenciano ya ha trasladado a Hacienda que ese dinero podría descontarse de las cantidades que la Generalitat debe devolver durante los próximos años al Gobierno por los fondos de rescate. «Buscaremos mecanismos compensatorios para paliar el grave perjuicio que sufrimos», concluyó.

Si el Gobierno difundió el jueves malas noticias para el Consell, el lunes hará exactamente lo mismo. El Ministerio de Hacienda hará públicos los datos de déficit de las autonomías al cierre de 2013 y dará a conocer que la Comunidad Valenciana incumplió el objetivo marcado. Pese a que debía cerrar el año con un desfase del 1,6 % de su PIB, ese porcentaje rozará el 2,5 %. Habrá más ajustes.

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