La alcaldesa de Alicante y diputada en las Cortes, Sonia Castedo, aseguró ayer que no se siente presionada por la renuncia al acta de diputada de su compañera de filas Milagrosa Martínez, procesada en la pieza del caso Gürtel que ha investigado las adjudicaciones de la Conselleria de Turismo en Fitur a la trama corrupta. Castedo, quien está imputada en la investigación por el presunto amaño del Plan General de Ordenación Urbana de Alicante, declinó valorar ayer la dimisión de Martínez esgrimiendo que le preocupa «la ciudad» y que «de lo demás», no tiene intención de «volver a abrir la boca» porque, según dijo, no quiere «darle facilidades a la oposición». Una oposición que ayer, en bloque, pidió la dimisión de Castedo de todos sus cargos públicos.

Desde el PSOE, el portavoz de la ejecutiva local, Lalo Díez, exigió a Castedo así como al vicealcalde Andrés Llorens -imputado por la supuesta adjudicación irregular de una obra- que «tomen ejemplo de sus compañeras de partido, Milagrosa Martínez y Mónica Lorente (acaba de renunciar a sus competencias en la Diputación de manera temporal) y dejen sus cargos antes de que se les abra juicio».

Desde Esquerra Unida, su portavoz en el Ayuntamiento, Miguel Ángel Pavón, reclamó a la regidora «que dimita ya de todos sus cargos públicos para que Alicante deje de asociarse a la corrupción». Por su parte, el portavoz municipal de UPyD, Fernando Llopis, consideró que «si una persona no es digna para ser diputada autonómica, menos para ser alcaldesa».