La «línea roja» contra la corrupción que el presidente de la Comunidad, Alberto Fabra, ha predicado durante las dos últimas semanas quedó ayer difuminada por completo después de que el titular del Consell le tendiera la mano a la alcaldesa imputada de Alicante, Sonia Castedo, en un acto público celebrado en la ciudad. El Colegio de Médicos acogió ayer por la mañana un mitín con el que el PP dio por iniciada la campaña de los comicios europeos en la provincia. La cita tenía morbo y, de hecho, no defraudó. Una embarazadísima y guerrera Sonia Castedo plantó cara a la cúpula de su partido pese a sus problemas judiciales y ejerció como anfitriona en su localidad.

Precisamente, su estado de buena esperanza motivó un comentario del titular del Consell, al inicio de su discurso, con el que tiró por tierra sus esfuerzos por demostrar mano dura contra la corrupción. «Está fantástica, a punto, y ahí estaremos todos ayudándote», le dijo Fabra a la regidora. Unas cariñosas palabras que despertaron los aplausos entre los asistentes.

La afirmación resquebrajó el renovado argumento de Fabra, quien hace justo dos semanas elevó la presión sobre los cargos que ocupan un escaño en las Cortes y que pasen a situación de procesados forzando, así, la salida del hemiciclo de la popular Angélica Such, la cual se sentará en el banquillo de los acusados por la rama valenciana de la trama Gürtel el próximo 31 de marzo. Asimismo, el titular del Consell mantiene el cerco sobre la alcaldesa de Novelda, Milagrosa Martínez, que se encuentra en idéntica situación que Such pero que se resiste a renunciar a su acta pese a las insistencia del líder de la Generalitat. Las incoherencias en la doctrina de Fabra quedaron ayer patentes tras optar por relajar la tensión con Castedo quien forma parte de la lista de diputados imputados del grupo popular de las Cortes.

La alcaldesa cuenta con el respaldo del presidente provincial del PP de Alicante y número dos de Fabra en el Gobierno valenciano, José Císcar, pese a estar a la espera de su procesamiento por su vinculación al caso Brugal, que investiga el presunto amaño del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

Con todo, Fabra insistió en su lucha contra la corrupción y repitió su máxima de que los «cargos públicos deben ser ejemplares». «No estamos orgullosos», lanzó a la vez que admitió que se debe trabajar para que no vuelva a pasar. Además, el presidente de la Generalitat hizo referencia a un informe del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en el que, según explicó, se indica que de los 1.661procesos judiciales vinculados a la corrupción en España durante 2013, un total de 656 se dieron en Andalucía mientras que la Comunidad registró 250 casos. «Donde hay corrupción en España es en Andalucía, así lo dice el CGPJ», presumió el titular del Ejecutivo autonómico aunque recalcó que «el objetivo es que no haya ninguno». En la misma línea, el presidente se dirigió hacia los afiliados con el fin de reforzar su apoyo a la formación pese a los escándalos que acumulan los populares valencianos. «No quiero que tengan que agachar la cabeza por ningún tema de corrupción», concluyó.

El vicesecretario general de Estudios y Programas del Partido Popular, Esteban González Pons, precedió con su intervención a Fabra. El dirigente popular apeló a la unidad interna de la formación y admitió que «aunque se han cometido errores ya se han tomado medidas». «No volverá a ocurrir », aseguró. El vicepresidente del Consell, José Císcar, también pronunció unas palabras durante el mitín pero, a diferencia de su superior, centró todo su discurso en la importancia de las elecciones europeas. El secretario general del PPCV, Serafín Castellano, la presidenta de la Diputación de Alicante, Luisa Pastor, o la eurodiputada popular Eva Ortiz se encontraron entre los asistentes al acto.