La tormenta perfecta desatada por el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, con su decisión de elevar la presión sobre los imputados por corrupción en las Cortes salpica de forma directa a la gobernabilidad del municipio de Novelda. Concejales del PP han mantenido contactos con la cúpula de la formación para explorar la posibilidad de relevar a Milagrosa Martínez como alcaldesa apenas unas horas después de que Fabra le reclamara el acta de diputada en vísperas de sentarse en el banquillo por el supuesto amaño de adjudicaciones de la conselleria de Turismo a la trama Gürtel, un proceso en el que se enfrenta a fuertes penas de inhabilitación y de prisión. «La Perla», sin embargo, se niega a dejar el sillón municipal -cabe recordar que su sueldo lo cobra del consistorio de Novelda y de las Cortes percibe unos 1.500 euros mensuales- aunque mantiene silencio sobre su futuro en el hemiciclo autonómico. «Ni dimitiré ni huiré. Siento el calor de mi grupo municipal», aseguró ayer durante el pleno de su localidad sobre su continuidad en la Alcaldía.

Es conocido que, desde hace tiempo, Milagrosa Martínez no cuenta con el favor mayoritario de su grupo municipal en Novelda. Al conocerse la maniobra de Alberto Fabra en la que emplazaba a los diputados procesados en sumarios por corrupción -como es el caso de «La Perla»- a abandonar el escaño bajo pena de expulsión, concejales del PP contrarios a la expresidenta de las Cortes abrieron la puerta a relevar a la alcaldesa. La cúpula provincial popular, en todo caso, reclamó un margen de tiempo a la espera de la resolución del conflicto en el parlamento.

En principio, la intención del PP es que el asunto se resuelva en horas. Quizá en la reunión del grupo parlamentario popular del próximo miércoles. Fabra no se puede permitir el lujo de llegar el jueves a las Cortes -en su vuelta parlamentaria después de tres de meses- con el problema latente en su bancada. En todo caso, la decisión final sobre la Alcaldía de Novelda, como señalaron estas mismas fuentes, está en manos de la dirección regional del PP. Tendría que ser, en último extremo, el secretario general, Serafín Castellano, el que autorizara la operación en tanto que Novelda es una localidad de más de 20.000 habitantes y competencia de Valencia. Y en la cúpula regional no descartan, incluso, que se pudiera producir la salida de Milagrosa Martínez de la nómina popular en las Cortes pero que, por contra, se mantuviera en la Alcaldía. Todo un galimatías que contribuye a elevar el desconcierto que reina en las filas populares.

Mientras tanto, a la espera de que el PP deshoje la margarita sobre la salida de Milagrosa Martínez, en Novelda se eleva la presión contra la alcaldesa después del veto a una moción de los concejales de UPyD en el municipio en la que solicitaban la dimisión de Milagrosa Martínez o, en su defecto, que todos los grupos -algo para lo que haría falta que se sumara la mayoría del PP que se opone a «La Perla»- impulsaran una moción de censura para echar a la dirigente imputada. «No voy a dimitir. No voy a huír. Siento el calor de mi grupo», replicó Milagrosa Martínez sobre su cargo de alcaldesa. «Siempre», aseveró, he desarrollado mi responsabilidad «desde el cumplimiento de la ley». «Voy a hacerlo así», reiteró antes de admitir que el juicio es «un desgaste». «No es fácil», aseveró para reconocer que puede suponer «quizás, más dolor y que sea más duro, más sufrimiento». «Voy a llevar mi decisión hasta las últimas consecuencias», aseguró sin referirse en ningún momento al escaño en las Cortes que le reclama el PP.