Las evidencias acumuladas durante la primera fase del juicio contra el exconseller Blasco por el saqueo de fondos públicos destinados a cooperación han hecho recular a las defensas una vez que se ha superado el ecuador de la vista. Los abogados de los altos cargos procesados están renunciando a los testigos que habían propuesto para forzar la nulidad y desmontar los argumentos de la Fiscalía, la Abogacía de la Generalitat y la acusación popular.

El cambio de estrategia ha descolocado esta pasada semana a algunos letrados que no entienden por qué el abogado del exsubsecretario procesado Àlex Català ha renunciado a que preste declaración el exconseller Jorge Cabré; el director general de la Abogacía de la Generalitat, Emilio Torrejón; y la secretaria autonómica de Presidencia y coordinadora del servicio jurídico, Cristina Macías. Torrejón y Macías eran fundamentales para las defensas en su intento de forzar la nulidad del juicio porque la Abogacía de la Generalitat representó en un primer momento a Català y después ha ejercido la acusación contra él. Sin embargo, el temor del abogado de Català a que las declaraciones se le vuelvan en contra ha pesado más.

El abogado de Blasco, Javier Boix, también ha pasado a una estrategia de defensa de baja intensidad y ha renunciado a que comparezcan testigos que pueden ser hostiles como el cooperante Fernando Darder. Boix pidió la comparencia de Darder antes de que acudiera de forma imprevista al TSJ el pasado 3 de enero para declarar por la segunda pieza que todavía se investiga.

Darder reveló que Blasco se reunió con la trama antes de adjudicar el hospital de Haití. Javier Boix ya tuvo una mala experiencia cuando declaró la secretaria de Blasco en el juicio -un testigo desfavorable para las acusaciones- y la presidenta de la sala -Pilar de la Oliva- acabó preguntándole si abría los sobres que Tauroni le hacia llegar al exconseller a través de ella. La secretaria confesó que no los abría porque eran «personales».

El exconseller Blasco, que se enfrenta a catorce años de prisión, se escudó en los técnicos para defenderse de las irregularidades, minimizó su relación con el empresario encarcelado (Augusto César Tauroni) y aseguró que se enteró de todo por la prensa.