Ninguno de los tres directivos del Hércules citados ayer a declarar en calidad de testigos aclaró ante el juez cómo llegó al redactor del PGOU, Jesús Quesada, el proyecto de recalificación del estadio Rico Péez presentado por Enrique Ortiz en el Ayuntamiento al margen del Plan General.

Para intentar aclarar todo el historial sobre la tramitación del Plan de Reforma del campo acudieron ayer al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) el apoderado de Aligestión, Manuel Carratalá; el expresidente del Hércules, Valentín Botella y el que fuera director general de la sociedad, Blas Bernal, conocido por su trayectoria en el PSOE, donde llegó a ser portavoz del grupo municipal antes de su cargo en el Hércules. Sin embargo, ninguno de los tres dijo conocer cómo el proyecto del Rico Pérez llegó al redactor del PGOU, que incluyó la recalificación del estadio en el Plan General.

Por otro lado, el apoderado de Aligestión, sociedad que controla parte del accionariado del Hércules, cuyo socio principal es Enrique Ortiz, explicó ayer que la propuesta para la ambiciosa remodelación del Rico Pérez, presentada en abril del 2008 en el Ayuntamiento, se retiró formalmente en julio para que fuera incluida en el Plan General tal y como recomendaron los técnicos municipales.

Carratalá, apoderado de Aligestión y cuñado de Ortiz -éste último imputado, entre otros, junto a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, el exalcalde y diputado autonómico Luis Díaz Alperi, y el redactor del PGOU, Jesús Quesada- contestó ayer en calidad de testigo a las preguntas formuladas por el fiscal y el juez. Éstas versaron sobre la compra del campo en 2007, la presentación en el Consistorio del proyecto de remodelación y su retirada del Ayuntamiento de Alicante tres meses después.

Fechas

Fue el apoderado de Aligestión quien reveló haberse enterado por un técnico de Ortiz, Javier Llorens, de que el Ayuntamiento quería incluir el Plan de Reforma del estadio en el Plan General, lo que motivó la retirada del proyecto del Ayuntamiento. Sin embargo, para las acusaciones no resulta baladí que la propietaria del suelo, Aligestión, retirara el proyecto a mediados de julio de 2008, después de que el día 1 de ese mes el plan fuera presentado en el Ayuntamiento y en el que ya se recogía la recalificación de los terrenos del estadio y, según la Fiscalía y las acusaciones, el «pelotazo» urbanístico. El Plan General todavía no saldría a exposición pública hasta el mes de octubre de ese año.

Nadie explicó cómo el PGOU pudo recoger la propuesta de Ortiz, si bien este punto es visto desde ópticas distintas por las defensas y las acusaciones. Para éstas, el PGOU escuchaba a Ortiz. Para las defensas, aglutinadas ayer como un escuadrón a su salida del TSJ tras producirse las declaraciones, nunca se recogió la propuesta del empresario y basan esta afirmación en las alegaciones que la propia Aligestión presentó al Plan cuando se expuso públicamente.

Por su parte, el expresidente del Hércules y actual vicepresidente, Valentín Botella, no aportó explicaciones muy precisas, según fuentes consultadas, y tampoco respondió a las preguntas de la prensa, que le abordó a su salida de los juzgados. «Está todo arreglado», se limitó a decir con gesto amable. Sin embargo, Botella sí dejó claro en sus respuestas al juez que una cosa era el Hércules, y otra, Aligestión.

En cuanto a Blas Bernal explicó que el documento para retirar la reforma del Rico Pérez llevaba su firma porque Valentín Botella -que sí firmó la propuesta de remodelación del estadio- no pudo hacerlo. Señaló que no se desistió del proyecto de reforma, sino de mantenerlo al margen del PGOU, porque los propios técnicos aconsejaban que fuera incluido en el Plan.