La guerra entre comunidades por la financiación autonómica va camino de convertirse en un serio problema interno para el PP. Dos días después de que los presidentes de la Comunidad Valenciana, Baleares y Murcia, Alberto Fabra, José Ramón Bauzá y Ramón Luis Valcárcel, respectivamente, se reunieran en Valencia para impulsar un frente común para presionar al Gobierno, su homólogo de Extremadura, José Antonio Monago, elevó el tono. Monago censuró el martes ese cónclave, pero ayer dio un paso más en sus críticas. Cargó con dureza contra sus tres compañeros de partido y se cebó especialmente con Fabra. «Que mire más para arriba (en referencia a Cataluña), que no mire para el Atlántico; es que no hay día que no se acuerde de mí, no sé si es culpa suya o de algún asesor», afirmó el presidente extremeño tras participar en un acto público en Mérida. Y añadió: «¿Es difícil que un presidente valenciano entienda que Extremadura es el doble que la Comunidad Valenciana en superficie y el triple que la comunidad murciana? ¿Y que llevar los servicios públicos es mucho más costoso, y por lo tanto no podemos tener la misma financiación por habitante en un territorio que en otro porque en unos sitios es más costoso que en otros?».

Monago no dio puntada sin hilo. Pidió a los presidentes valenciano, murciano y balear que aparquen el debate de la financiación, aunque a la vez admitió que ya ha mantenido contactos con otros barones del PP para abordar la reforma del actual modelo. «No podemos ser tan bobos de meternos en una dinámica propia de nacionalistas cuando somos miembros de un partido de carácter nacional y no somos nacionalistas», espetó. El presidente de Extremadura también criticó que Fabra no hable de las inversiones multimillonarias que se han realizado en la Comunidad Valenciana durante los últimos años, como el AVE o el Corredor Mediterráneo. «¿La misma financiación? Cuando yo tenga alta velocidad, tren de mercancía... Entonces sí hablamos todos, porque todos tenemos el mismo coche para correr. Lo que no puede ser es que yo vaya con un 600 y otro con un Ferrari», apostilló. Monago, además, pidió a Fabra que no se «obsesione con él».

El presidente de la Generalitat apenas tardó unas horas en darle la réplica. En los micrófonos de la Cope, el jefe del Consell quiso rebajar la bronca interna, aunque no modificó ni un ápice su discurso. «(La reunión) no sirvió para hablar ni de nacionalismos ni de intentar buscar enfrentamiento con ninguna comunidad autónoma, sino simplemente para poner de manifiesto que el actual modelo es injusto con una serie de comunidades y que queremos colaborar para que el nuevo modelo no cometa los mismos errores», dijo. Fabra eludió valorar las palabras de Monago cuando habló de «bobos» y prefirió dar datos sobre la infrafinanciación que ha sufrido la Comunidad Valenciana durante la última década, cifrada en más de 1.000 millones anuales. La consejera de Hacienda de Castilla y León, la popular Pilar del Olmo, también criticó el frente entre la Comunidad, Baleares y Murcia, y calificó de «simple, simplista e injusta» la financiación per cápita de las comunidades.

La delegada del Gobierno en la Comunidad, Paula Sánchez de León, valoró ayer la infrafinanciación que sufren las comarcas valencianas. En una conferencia en Valencia del Fórum Europa Tribuna Mediterránea, la ex número dos de Francisco Camps en el Consell aseguró que ahora «no toca» reclamar al Gobierno la «deuda histórica» que mantiene con la autonomía, sino esforzarse para que el nuevo modelo de financiación sea justo y equitativo para todas las comunidades.