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El desprendimiento del trencadís del Palau de les Arts, uno de los emblemas de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, ha devuelto estos días a la actualidad la política de grandes fastos que inició Eduardo Zaplana, coronó Francisco Camps y ahora trata de contener el último inquilino del Consell, Alberto Fabra. Los tres millones de euros que costará reparar la cubierta serán asumidos finalmente por el arquitecto Santiago Calatrava y por las constructoras del inmueble. La Generalitat, por ende, se librará de tener que abonar una cantidad extraordinaria -otra más- en una de sus grandes obras. No siempre ha sido así. Es más, lo habitual durante los últimos años ha sido justamente lo contrario. De acuerdo con los datos publicados de manera anual por la Sindicatura de Cuentas y recabados por el PSPV, las arcas del Consell han desembolsado al menos 1.538 millones en la última década solo en sobrecostes. O bien por imprevistos, o bien porque se terminó gastando finalmente en los proyectos más dinero del que se previó en un principio.

CIUDAD DE LAS ARTES

La palma en sobrecostes se la lleva la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un megacomplejo arquitectónico de la ciudad de Valencia compuesto por l´Hemsifèric, el Museo de las Ciencias, l´Oceanogràfic, el Palau de les Arts, l´Umbracle, el Ágora y el puente de l'Assut de l´Or. Todos ellos -excepto l´Oceanogràfic- han llevado el sello del arquitecto Santiago Calatrava, que esta misma semana ha presentado una demanda contra EU por el portal web en el que el partido liderado por Marga Sanz ha explicitado algunos de los «fiascos» más sonados del arquitecto. En un primer momento, la Ciudad de las Artes y las Ciencias «solo» iba a costar 308 millones a los valencianos. La realidad, sin embargo, ha sido otra.

El proyecto -ideado por el Gobierno socialista de Joan Lerma y magnificado con posterioridad cuando el PP accedió al poder- ha terminado ascendiendo a nada más y nada menos que 1.282 millones. En total, 974 más de los previstos. Y de ellos, cerca de 600 son de sobrecostes, según ha certificado la Sindicatura de Cuentas. Solo en el Palau de les Arts se ha invertido más dinero del que se pensó en un inicio para todo el complejo. Iba a costar 80 millones, pero el gasto final fue de 382,5. Pese a esa mastodóntica cantidad, ha habido fallos en su construcción. El escenario de la ópera se hundió en 2006 por un fallo técnico, el edificio se inundó un año más tarde por las intensas lluvias y ahora el trencadís de la cubierta se ha desprendido. Dada la asfixia económica de las arcas autonómicas, la Generalitat ha decidido privatizar la gestión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. El Consell tiene previsto presentar en las próximas semanas el pliego de condiciones para externalizar el complejo a una o varias empresas durante 20 años a cambio de un canon.

TERRA MÍTICA

La gestión del parque de atracciones de Benidorm también ha sido polémica. Tanto, que hoy, 14 años de su apertura, todavía sigue dando noticias de calado. Esta misma semana, la Audiencia Provincial de Valencia ha confirmado el procesamiento de los 38 acusados en el caso Terra Mítica. La Fiscalía pide penas de entre siete y diez años de prisión para sus primeros directivos por los sobrecostes y el supuesto fraude fiscal cometidos durante la construcción del parque, que fue impulsado por el expresidente de la Generalitat Eduardo Zaplana. El ministerio público ha acusado a 38 personas y a 25 empresas, y cifra el fraude a Hacienda en 4,4 millones de euros. La Generalitat comenzó a invertir en el parque antes de su construcción: en 1997 expropió cerca de 10 millones de m2 con precios a la baja, pero posteriores sentencias del TSJ le obligaron a pagar 73 millones más. En total, el complejo costó al menos 377 millones, 96 más de lo previsto. Y se vendió en 2012 al dueño de Aqualandia por 65.

CIUDAD DE LA LUZ

La Ciudad de la Luz ha sido otro de los proyectos que han terminado fracasando y que se han «comido» más recursos públicos de los que se preveía. Ni más ni menos que 173 millones. De acuerdo con dos informes que la Comisión Europea encargó a empresas privadas, la Generalitat estimó que el complejo cinematográfico costaría 101 millones. Las conclusiones de esos documentos revelan que el coste final fue de 274 millones, incluidos los intereses que la Ciudad de la Luz debía abonar a la Administración por la cesión del dinero. Y encima, el complejo debe venderse ahora después de que la Comisión Europea declarara ilegales los 265 millones en ayudas públicas que recibió el complejo para su construcción.

AEROPUERTO DE CASTELLÓN

El aeropuerto sin aviones de Castellón también ha contribuido a la «bola» de sobrecostes que ha acumulado la Generalitat. Pese a que desde el PP se vendió que el proyecto no costaría ni un euro a las arcas públicas, finalmente terminará costando 195 millones. 170 de la infraestructura y 25 más que se pagarán como máximo en la próxima década.

FÓRMULA UNO

El Gobierno valenciano también vendió a la sociedad que el coste de la Fórmula Uno no sería elevado. El circuito urbano rozó los 100 millones de euros, el canon de las cinco ediciones superó esa cifra y además hubo otros gastos millonarios.