Felip confesó ayer que utilizó el seudónimo Jordi Ferrarons para intercambiarse correos con otros procesados. En concreto, Felip cruzó correos electrónicos con Marc Llinares, que usaba el seudónimo Capitán Haddock. En uno de los correos los dos interlocutores reconocen que «el mal está hecho y no tiene remedio». En otra de las comunicaciones acuerdan «pensar friamente cómo salir de la pesadilla» y arreglar «la ficha del borrador para no dar pie al escándalo». Los mensajes son de cuando estalló el escándalo y Felip admitió que utilizó el seudónimo para protegerse ante las continuas filtraciones. r. f.