Después de una semana de tensiones internas, idas y vueltas, Serafín Castellano, número dos de Alberto Fabra en el PP, necesitaba escenificar una imagen junto a José Císcar, líder de los populares alicantinos y al que no le une ningún «feeling»; acallar las voces de los que le reprochan su escasa actividad en la provincia; y, de paso, intentar cerrar la vía de agua abierta cuando puso en duda la continuidad de Sonia Castedo como alcaldable en Alicante para 2015 a raíz de su triple imputación en el sumario que investiga el supuesto amaño del planeamiento urbanístico de Alicante. Lo resolvió de un plumazo. Con apenas 72 horas de margen, convocó una reunión del comité de dirección del PP en Alicante para hacerse la foto junto a Císcar y rebajar la tensión con Castedo sobre el teatro de operaciones. «Espero que sus problemas se resuelvan de manera positiva», deseó a la primera edil alicantina para aplazar cualquier decisión sobre su candidatura -resolución que queda en manos de Génova- hasta 2015.

No es una cuestión de convencimiento. Ni mucho menos. La cúpula regional del PP, de hecho, sigue abogando por relevar a Castedo en el caso de que llegue imputada a la confección de las listas electorales, un proceso que se abordará ahora dentro de un año. Y Císcar confía en que la primera edil alicantina salga indemne para que repita como alcaldable. Pero, al menos por ahora, ese debate se aplaza. Todos ganan tiempo y amainan el temporal. Lejos de cuestionar a Castedo y en una comparecencia junto a Císcar en la sede provincial del PP, el conseller de Gobernación cambió su versión de hace unos días cuando abrió la caja de los truenos y puso en cuarentena la candidatura de Sonia Castedo en los comicios municipales de 2015.

Ayer, sin embargo, estaba en Alicante y no le quedó otra que cambiar el guión. «No se atrevería», opinaron dirigentes próximos a José Císcar. Así que Castellano se puso manos a la obra para dar su particular marcha atrás. «Ahora no es el momento de hablar de candidatos: los respectivos comités electorales irán resolviendo cuando toque», apuntó. «Espero que la Justicia -prosiguió con su argumentación- cuanto antes resuelva ésta y otras cuestiones sobre la mesa». Para remachar con un deseo a Castedo: «Y que las resuelva de manera positiva para la alcaldesa de Alicante». Como se recordará, la alcaldesa de Alicante respondió con dureza al número dos de Fabra en el PP a través de las redes sociales y la escalada de tensión creció al conocerse los movimientos de Castellano para promover la candidatura a la alcaldía de Carlos Mazón. De momento, habrá calma durante un tiempo. Punto y seguido. Hasta la próxima. El sentido de las decisiones judiciales pueden despejar o nublar aún más la carrera política de Castedo en el PP. Y eso es cosa de los jueces del TSJ.

Por ahora, la cúpula popular quiere retrasar la madre de todas las batallas en la que se convertirá la confección de las listas electorales y centrarse en las europeas. «No son de segunda», advirtió Císcar. Nunca unos comicios para Bruselas habían sido tan importantes. ¿Por qué? A un año para las municipales y autonómicas, todo será interpretado en clave doméstica. Puro cálculo electoral.