El fiscal Vicente Torres, además de realizar un durísimo interrogatorio, aportó nuevas pruebas e indicios a la causa. Torres reveló que la empresa de Augusto César Tauroni Arcmed, que facturó a la ONG Cyes 400.000 euros, pagó una comida de 8.500 euros a la revista «Contrastes» en el año 2008, de la que el exconseller Rafael Blasco era miembro del consejo editor. Minutos antes, Vicente Torres había conseguido que el político reconociera que en 2011 medió para que la publicación contratara los servicios del empresario encarcelado para poner en marcha su edición digital. «Yo por la relación con Tauroni sabía que tenía una empresa relacionada con la tecnología. Hablé con bastante gente de la revista para que contactaran ellos con Tauroni», desveló el exconseller y diputado, quien apuntó que no sabe si al final el negocio fructificó.

Pese a esta mediación reconocida, Blasco continuó todo el interrogatorio defendiendo que no es amigo de Tauroni. «Yo nunca he comido con Tauroni y nunca le he dicho a este señor cómo presentarse a las ayudas de Cooperación», manifestó a preguntas del fiscal. Según el político, hasta que no fue publicado el escándalo en INFORMACIÓN y El País, «no hay ninguna conversación» entre los dos acusados. El ministerio público aportó un documento en el que el empresario señalaba al político cómo debía contestar una pregunta sobre los expedientes de Nicaragua que le realizó Mònica Oltra, la diputada de Compromís, en las Cortes Valencianas. «Trasladé a las ONG lo que dijo Oltra para que desmintieran las inexactitudes y falsedades que decían en las Cortes», aseveró.El exconseller afirmó que no es el garante del dinero de las subvenciones otorgadas por la conselleria a las distintas ONG. Blasco insistió en que él no intervenía en los expedientes.

Además, contestó a la Fiscalía, a la acusación popular, ejercida por Antonio Penadés, y a las defensas que quisieron preguntarle. A quien se negó a responder fue a la abogada de la Generalitat. Según Blasco, su negativa a contestar a la Abogacía de la Generalitat radica en la «coherencia» de sus argumentos, ya que considera que ha sido «acusación y defensa» en este caso. Los abogados de la Generalitat defendieron en un primer momento a algunos imputados y posteriormente ejercieron la acusación contra ellos. La abogada de la Generalitat apuntó que al principio los procesados les dijeron que no tenían nada que ver con el caso en el que habían sido imputados.

Por otra parte, el exconseller de Solidaridad insistió en que nunca ha tenido negocios ni con Tauroni ni con nadie «ni en España ni en ninguna parte del mundo» y defendió que siempre ha vivido de su sueldo.