Les Corts Valencianes han certificado hoy, por los votos del PP, la muerte de Radiotelevisión Valenciana anunciada por el Gobierno valenciano hace veintidós días, tras un bronco debate presenciado por el Ejecutivo en pleno, casi la totalidad de diputados y representantes de los trabajadores de RTVV.

Después de varias horas de debate, y una vez consumada la aprobación de la ley que liquida RTVV, los trabajadores han hecho oír su voz e increpado en el hemiciclo a los diputados populares al grito de "¡no tenéis vergüenza!", ante lo que han recibido un largo aplauso de la oposición, puesta en pie.

En la escenografía del pleno no han faltado carteles con el lema "RTVV no es tanca" (no se cierra) que muestran las emisiones de TVV desde el anuncio del cierre; la camiseta roja de los trabajadores en defensa de una televisión pública y sin corrupción puesta sobre la tribuna de oradores, o las chapas por la viabilidad del ente.

En este día calificado reiteradamente como "triste" y "de luto", los populares han oído de la oposición acusaciones como que son sucesores de Millán Astray, asesinos de RTVV, peligrosos para los ciudadanos o botiflers, además de las advertencias de que el pueblo valenciano no olvidará esta "traición" y pronto vendrá "la muerte de este régimen corrupto".

El PP ha lamentado los "insultos" de una "irresponsable" oposición erigida en "juez y parte" y ha reivindicado que se ha llegado a un "final no deseado", aunque la oposición deseaba "desde hace mucho tiempo" este cierre, que era lo primero que iban a hacer cuando ganara las elecciones, y fueron sus "profetas".

El portavoz del PP, Jorge Bellver, ha asegurado que responsabilidades hay "muchas, de todos", y ha invitado a la oposición a "asumir las consecuencias de sus críticas malintencionadas" y del "bombardeo" al que sometieron a la televisión "de todos".

El socialista Josep Moreno ha indicado que hoy es un día "de inmensa vergüenza" y de "derrota histórica" de la sociedad valenciana, derrotada por "una banda disfrazada de gobierno" cuya gestión "corrupta" y su "compulsión a delinquir y saquear las arcas de los valencianos" es la que ha llevado a cerrar RTVV.

La diputada de Compromís Mònica Oltra ha resaltado que el PP ha convertido al Parlamento valenciano en "enterrador" de RTVV o en "buitre que sobrevuela los despojos" de un servicio público, y les ha reprochado su actitud de "la maté porque era mía", ya que RTVV es de los valencianos y cerrarla es una "traición".

"No es la crónica anunciada de la muerte de RTVV, hoy escriben la crónica anunciada de su propia muerte; acuérdense cuando aprieten el botón", ha alertado Oltra al PP.

El diputado de Esquerra Unida Ignacio Blanco ha reprochado a los altos cargos que han seguido el debate de acudir a ver "la ejecución en la plaza pública" de RTVV, y ha aseverado que el president de la Generalitat es el culpable "de asesinar" RTVV y los diputados del PP, que tienen "cara de funeral", culpables de acabar con ella.

"Cerraréis, pero no nos callaréis, botiflers", ha aseverado Blanco parafraseando la réplica de Unamuno al fundador de la Legión en la Universidad de Salamanca en 1936 -"venceréis, pero no convenceréis"- y ha llamado a los populares sucesores de Millán Astray, "el personaje más siniestro de la historia de España".

Alberto Fabra "está muerto políticamente, como el emperador que estaba desnudo", ha indicado Blanco, quien ha calificado a los populares de "peligrosos para el pueblo valenciano", y ha considerado que al presidente de Les Corts, Juan Cotino, "le vendría muy bien" una RTVV en valenciano después de que haya pronunciado mal una palabra en esa lengua.

Parte de los trabajadores de RTVV ha seguido desde el exterior de Les Corts, custodiados por la policía, el debate que ha puesto fin, gracias a la mayoría absoluta del PP, a una cadena pública cuya creación se aprobó por unanimidad hace veintinueve años y medio en Les Corts y a la que hoy se ha puesto fin entre caras largas e incluso las lágrimas de algún parlamentario de la oposición.