El sainete de la solicitud de un indulto para un exalcalde condenado -el popular Pedro Hernández Mateo- ha evidenciado, por un lado, no sól0 que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, apenas tiene control sobre el grupo en las Cortes, algo que le plantea problemas para la recta final de la legislatura; pero también, como se encargaron de recordar diputados críticos con el actual rumbo del PP, de poner en cuestión el papel de Jorge Bellver para ordenar el redil del grupo parlamentario. Un detalle. Bellver desconocía por completo que Andrés Ballester iba a solicitar en una reunión del grupo parlamentario la firma a sus compañeros para pedir el indulto de Hernández Mateo. De hecho, ni siquiera acudió a la cita, que presidía Marisol Linares, viceportavoz y madre de una de las principales asesoras de Fabra. Ballester explicó la iniciativa y el papel fue pasando. Nadie dijo nada sobre la posición que tenía el PP. Bellver sostiene, algo que choca un tanto con la versión del diputado oriolano, que habló con Ballester el mismo día. Pero, en todo caso, lo cierto es que el movimiento siguió adelante.
Altos dirigentes del PP sostienen que un grupo de diputados ha aprovechado la situación para sacar a relucir su fuerza en el grupo parlamentario sin medir las consecuencias y se quejan de que algunos diputados firmaron «engañados». En ningún momento, apuntaron estas mismas fuentes, la dirección regional o provincial del PP dio el visto bueno a la operación. Y eso que hubo parlamentarios que consultaron. Pero siempre hubo la misma respuesta: como partido nada. Ocurre, en todo caso, que el escaño en las Cortes es indisoluble a las personas. Y también pasa, sin embargo y ese es un problema para el PP, que hay diputados que han firmado convencidos de pedir el indulto. «Es una cosa de justicia. No ha robado a nadie», aseguran.
