La dirección provincial del PP, liderada por José Císcar, ha decidido de acuerdo con Madrid, el relevo de Eugenia Cascales como gerente de la organización. Desde ese puesto, Cascales ha controlado las cuentas y la gestión de los populares alicantinos desde 1990 con cuatro presidentes: Eduardo Zaplana, Julio de España, Joaquín Ripoll y el propio Císcar durante el año y medio que lleva al frente del PP en la provincia. La maniobra cuenta con el visto bueno total y absoluto de la cúpula nacional del PP y se ejecutará de inmediato. A partir de este viernes, de hecho, Eugenia Cascales dejará su puesto en la sede provincial del PP. Se marchará con la indemnización máxima que prevé la ley -45 días por año trabajado- al tratarse de despido improcedente.
Eugenia Cascales, que rechazó realizar cualquier tipo de declaración, llevaba 23 años trabajando para el PP de Alicante. Era una de las gerentes más antiguas de toda España y la única trabajadora de la sede provincial que quedaba de la época de Joaquín Ripoll. Cuando Císcar llegó a la presidencia provincial del PP inició un proceso de relevo de todos los trabajadores que habían estado ligados al equipo anterior. Ahora lo culmina con la marcha de Eugenia Cascales, un movimiento de piezas que el presidente provincial del PP y José Juan Zaplana, número dos de los populares alicantinos, llevaban un tiempo fraguando con Génova, que al final avaló la decisión que había tomado la organización del partido en la provincia. La operación encaja con la estrategia del «aparato» del PP, controlado por María Dolores de Cospedal, de ir dando salida a los gerentes que trabajaron en el PP durante la etapa en la que Luis Bárcenas controlaba las cuentas y la gestión de Génova.
A su llegada a la cúpula popular, la dirección provincial que lidera José Císcar se planteó, de inmediato, acometer una reorganización de su plantilla que se cierra ahora con el relevo del principal puesto administrativo y de gestión. Durante este tiempo, la dirección provincial del PP se ha visto obligada a tomar medidas de urgencia para paliar, según la versión de la ejecutiva de Císcar, un «agujero» de 100.000 euros que vendría del mandato anterior; y, especialmente, para poner coto en el descontrol que reinaba en las cuentas corrientes de las agrupaciones locales, un asunto en el que Génova tuvo que intervenir para poner en marcha un sistema de regularización de las finanzas locales del PP. El relevo de Cascales levantó ampollas entre la vieja guardia popular. Será sustituída por la oriolana Yolanda Murcia, que trabajó para la dirección regional del PP y que formó parte de la candidatura alternativa a Ripoll en el tumultuoso congreso popular celebrado en Orihuela.
