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El final de la Radiotelevisión autonómica

Del cava a la indignación

La jornada comenzó con la celebración de la decisión del TSJ de anular el ERE de RTVV y acabó entre lágrimas.

Los empleados flanquean a los tres presentadores mientras leen el comunicado. INFORMACIÓN

Nada hacía presagiar tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de anular el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de RTVV que el día acabaría entre lágrimas. A mediodía, nada más conocer el fallo del alto tribunal valenciano, un centenar de trabajadores despedidos se concentraron frente a Canal 9 (desde hace unas semanas Nou) para celebrar la decisión judicial. Los trabajadores llegaron a descorchar botellas de cava como muestra de alegría y todos se fundían en abrazos con excompañeros y familiares.

De la euforia de la mañana se paso a la consternación tras el anuncio de la Generalitat de cerrar RTVV. Esta decisión provocó que alrededor de un centenar de personas se concentraran anoche a las puertas del Palau de la Generalitat para expresar su rechazo a la medida adoptada por Alberto Fabra.

Trabajadores y exempleados de la radio y la televisión públicas valencianas se fueron congregando progresivamente ante la sede del Consell en Valencia a medida que se difundía la noticia de que el Ejecutivo autonómico había decidido cesar el servicio por considerar «inviable» mantenerlo si el ERE queda sin efecto.

Los manifestantes lucieron petos de color rojo en los que se podían leer los mensajes como «RTVV, la volem nostra» y «No al ERE», al tiempo que lanzaron gritos de «sinvergüenzas» y «ladrones». En declaraciones a los medios, la exlocutora de Ràdio 9, afectada por el ERE y portavoz de la plataforma Mildenou, Reis Juan, reconoció que se esperaban «una noticia muy mala pero no tanto». Además, la periodista acusó al presidente Alberto Fabra de «mentir e insultar la inteligencia de las personas porque es mentira que RTVV no sea sostenible».

A continuación advirtió de que «no es tan sencillo» cerrar los canales porque el Estatuto de Autonomía no permite cerrar una empresa pública «de la noche a la mañana». «Este no es el juguete de un presi superpijo», remató. Otro extrabajador del ente autonómico añadió que «el cierre de un medio público porque no gusta una sentencia es fascismo».

Prácticamente en paralelo a la protesta en el Palau de la Generalitat, los trabajadores de RTVV se rebelaban contra la decisión del Consell. Los empleados aprovecharon el informativo de las 20.30 horas para leer un durísimo comunicado contra el Consell y el PP, a quienes consideran responsables de la situación de quiebra a la que ha llegado el ente. Los presentadores Amàlia Sebastián e Iñaki Espeso narraron el texto flanqueados por una treintena de empleados de Canal 9, que rompieron a aplaudir tras la lectura. Por su parte, en Ràdio 9 la programación habitual se dedicó a la decisión de liquidar el ente público, con intervenciones de todos los líderes de la oposición parlamentaria. Para hoy, los profesionales anunciaron que continuarían con estos espacios.

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