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La Ciudad de la Luz se apaga

Las cuentas del complejo cinematográfico de Alicante apenas prevén ingresos para el año 2014

La Ciudad de la Luz se apaga

A la espera de que llegue comprador y suspirando por quitarse de encima una losa muy pesada, el Gobierno de Alberto Fabra ha decidido, por ahora, dejar la Ciudad de la Luz a oscuras. Los presupuestos de la Generalitat para 2014, entregados por el conseller Juan Carlos Moragues el pasado miércoles en las Cortes, certifican, por un lado, que la limitada aportación al complejo únicamente servirá para afrontar las facturas imprescindibles -sueldos, gastos de funcionamiento y los intereses que genera la deuda-; pero que, al tiempo y por otra parte, tampoco está prevista ni actividad de rodajes ni la obligada venta de las instalaciones -con un coste, en su día, de 230 millones- como consecuencia de la multa de Europa.

Con una situación financiera agónica, el Consell ha optado por dejar el complejo cinematográfico -otro proyecto fallido para Alicante- al ralentí. Ese presupuesto se reduce hasta los 8 millones, de los que 254.000 euros se dedicarán a pagar las retribuciones de los trabajadores; otros 2,2 millones al gasto corriente del «día a día»; y, finalmente, 5,5 millones para cumplir con los bancos y saldar los intereses que genera la deuda de la Ciudad de la Luz. En el otro lado del balance, la Generalitat apenas prevé ingresos testimoniales por valor de 160.000 euros. Ni un céntimo más. No está previsto para 2014 ni la posibilidad de poner en marcha nuevos rodajes ni tampoco una dotación de ingresos por la venta del complejo, objetivo primordial para 2014. Así que el complejo se convertirá en un escenario «fantasma» a la espera de que se presente un comprador y con un coste mensual de 650.000 euros para los ciudadanos.

En el caso de que se produjera la enajenación de las instalaciones, el documento presupuestario apunta que la idea del Consell es disolver la sociedad. Aunque nadie, hasta ahora, se ha atrevido públicamente a hablar del precio de venta, fuentes autonómicas apuntan que se podría empezar a trabajar si llegara una oferta de unos 80 millones. Cabe recordar que, el Consell también se está moviendo para la venta de la Ciutat de les Arts i les Ciències, el gran proyecto de ocio que el Ejecutivo autonómico impulsó para la ciudad de Valencia.

La situación de la Ciudad de la Luz se enmarca dentro de una estrategia general de la Generalitat de dejar bajo mínimos todas las sociedades a través de las que gestionaba iniciativas vinculadas al ocio. Así las cosas, por ejemplo, la sociedad Proyectos Temáticos -la matriz que impulsó las obras del parque Terra Mítica- tendrá un presupuesto de 48 millones, de los que apenas 5 se dedicarán a inversión. El Circuit del Motor, la mercantil que gestiona el trazado de Cheste, dispondrá de 11,9 millones de euros, de los que un millón van a parar a los emolumentos de la plantilla y otros diez a cubrir los gastos diarios del complejo. Apenas contará con medio millón para poder invertir. Para el próximo año, el Consell también prevé liquidar el acuerdo para celebrar la carrera de Fórmula 1 en el circuito urbano que se había instalado en las inmediaciones del Puerto de Valencia.

Y, finalmente, el aeropuerto «sin aviones» de Castellón puede afrontar sus últimos meses bajo el control de la Generalitat. Apenas se han previsto ocho millones de euros en sus cuentas que, como en el resto de casos, servirán para pagar sueldos; la luz, el agua y el teléfono; y abonar los intereses de la deuda. El Consell espera quitarse de encima ese «marrón» a mediados de junio. Ese es el objetivo global final: vender los grandes proyectos, recuperar algo de dinero y enterrar una fórma de entender la gestión política.

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