Sonia Castedo, en su condición de alcaldesa de Alicante, tendrá un puesto destacado en el principal órgano directivo de la futura estructura del PP en la capital alicantina. A pesar de la «línea roja» de Fabra con los imputados y de que la primera edil está encausada en la investigación sobre el supuesto amaño del planeamiento urbanístico de Alicante, la comisión que lleva un año trabajando en el proceso para diseñar ese nuevo organigrama aprobó ayer repartir los barrios de la ciudad entre las cinco agrupaciones en las que el PP dividirá su estructura en la capital alicantina pero también un proyecto de estructura que, en la práctica, prevé que el «día a día» de la organización lo conduzca un sanedrín de media docena de personas en el que tomarán asiento los presidentes de cada una de las juntas de distrito y, en este caso, el alcalde, lo que coloca a Castedo en ese gran órgano directivo que surgirá de la resolución de este proceso.

El comité ejecutivo provincial del PP se reunirá el próximo lunes para validar el reglamento y, muy probablemente, para fijar la fecha del proceso electoral, que se celebrará con total seguridad antes de finales de año. En la primera junta de distrito se agruparán los militantes populares del centro de Alicante y de barrios como Benalúa o Carolinas; la segunda reunirá a los afiliados del PP en la zona norte; la tercera incluye a San Blas, Rabasa o Ciudad de Asís; la cuarta se extenderá por las playas; y la quinta incluye las partidas rurales. Cada una funcionará como agrupación independiente con una ejecutiva, presidente y secretario general. En su día, el PP ya decidió «trocear» su estructura en la ciudad para evitar concentrar el poder interno en medio de las fuertes tensiones que arrastra la formación en Alicante a raíz de la imputación de Sonia Castedo en Brugal.

El reglamento, elaborado por la comisión jurídica que preside el concejal Luis Barcala, resuelve ese «reino de taifas» con la creación de dos órganos superiores: una especie de junta con todos los notables que militen en el PP de Alicante; y un consejo de dirección que, en la práctica, será el auténtico núcleo de poder con la inclusión de los cinco presidentes de distrito y del que ejerza como alcalde. Es decir, a día de hoy Sonia Castedo. Como se recordará, Alberto Fabra mantiene la tesis de que los imputados no deben ocupar ni cargos políticos de elección directa ni tampoco puestos en la estructura orgánica del PP. De alguna manera, con este reglamento se rompe ese precepto. Cabe recordar, sin embargo, que José Císcar, vicepresidente del Consell y líder de los populares alicantinos, dejó claro hace unos días, en una entrevista a este periódico, que Castedo, en su opinión, sigue siendo la mejor candidata electoral del PP de cara a los comicios municipales.

Como casi siempre en el PP, todo estará atado y bien atado. Así que ninguno de los cinco nuevos «jefes» de distrito de los populares tendrá oportunidad de ejercer como referencia en ese órgano que compartirán con Castedo. Ocuparán la presidencia del consejo de dirección de forma rotativa por periodos de seis meses empezando por el del distrito con mayor militancia. Un proceso interno en el que el PP intenta por todos los medios que nadie se pueda empezar a creer que puede llegar a ser el heredero en 2015.