La declaración del empresario Vicente Vilar, cambiando su versión y exculpando a Carlos Fabra de cohecho y tráfico de influencias, ha desarmado a la acusación, que tratará de mantener vivos estos supuestos delitos incidiendo en los pagos de las empresas de Vilar a la consultora Carmacas de Fabra.

La declaración del jueves de Fabra y Vilar fue contradictoria en este asunto. El político admitió haber facturado a las empresas del industrial de Artana a cambio de asesorarle en asuntos diversos (el desarrollo de un polígono industrial o la instalación de una empresa azulejera) y por un informe sobre seguridad laboral. Sobre el hecho de que también facturara a empresas sin actividad, como Artemis 2.000 (participada por las dos exmujeres), Fabra justificó que era Vilar el que decidía dónde se cargaban los recibos de Carmacas. «Él dirigía todo el cotarro», proclamó. El exmandatario del PP dijo que pactó una cantidad anual con Vilar por su asesoramiento.

El empresario, por su parte, negó la mayor. Según dijo, las facturas de Carmacas «no corresponden a ningún trabajo» y dijo no haber pactado con Fabra ninguna cantidad. Vicente Vilar señaló que fue su exmujer la que decidió abonar esas sumas y afirmó desconocer el porqué.

En su versión inicial, Vilar dijo que esos pagos eran para recompensar las gestiones que hizo Carlos Fabra ante dos ministerios para agilizar las licencias de los productos fistosanitarios de Naranjax. Ahora se desdice, por lo que la acusación se queda sin uno de sus principales argumentos, que es la versión del denunciante.

No obstante, la parte acusadora incidirá en que no están justificados los pagos a Carmacas y pedirá que se demuestre el trabajo realizado. El propio juez instructor de Nules sostuvo que Fabra facturó «en concepto de pago por unos supuestos informes sobre seguridad e higiene en el trabajo que nunca fueron entregados» a las empresas Arcavi, Artemis y Naranjax. Y añadió: «Ni la mercantil Arcavi ni Artemis tenían en esos momentos actividad ni trabajador alguno». También el fiscal Anticorrupción afirmó que Carmacas utilizó parte de su facturación «para ocultar los pagos realizados por Vicente Vilar a Carlos Fabra». La empresa de Fabra facturaba a las de Vilar, añade el fiscal en su escrito de acusación, «so pretexto de unos genéricos informes sobre seguridad e higiene en el trabajo».

Testigo relevante

El martes se reanuda el juicio con la declaración de los testigos. Uno de ellos es Francisco Borrás, quien fuera asesor laboral de Naranjax. En su declaración en los juzgados de Nules de 2004, Borrás dijo desconocer los informes que Fabra entregó al juez para justificar el cobro de 126.000 euros más IVA a las empresas del grupo Naranjax. Uno de estos informes transcribe literalmente párrafos de la guía sobre planes de prevención de riesgos laborales de la Unión de Mutuas. Fabra justificó que la entidad le ayudó en la elaboración del documento y que buscaron información por internet, «por eso tiene similitudes». El asesor laboral de Naranjax, por su lado, restó valor a estos informes.