La Cuenta General de 2012 incide en la situación de quiebra técnica en la que se encuentra la Generalitat. El patrimonio neto de la Generalitat (la diferencia entre el valor de sus bienes y derechos y todo lo que debe) alcanzó los 14.145 millones de euros, 5.584 milones más que en el ejercicio anterior. La cifra negativa es espectacular si se tiene en cuenta que hasta 2010 este indicador era positivo. De hecho, si la Generalitat fuera un empresa privada, sería inviable, ya que aunque vendiera todo lo que tiene aún le harían falta los citados 14.145 millones de euros para pagar todo lo que debe. Moragues admitió que el balance de este año "sería preocupante y causa de disolución" si la hipótesis fuera cierta, pero, insistió en que, se trata de unas cuentas públicas en las que no se busca maximizar el beneficio sino prestar un buen servicio a los ciudadanos.

Del balance y de la situación patrimonial hay, no obstante, otros datos más positivos si se ponen en relación con el año anterior. El fondo de maniobra, la diferencia entre los acreedores a corto plazo y los derechos disponibles también a corto plazo (el activo circulante) mejora respecto al año anterior, En 2011 sumaba 15.525 millones de euros en negativo, tras duplicarse respecto a 2010. Este indicador, se colocó en 14.397 millones; lo que implica cierto alivio en la tesorería, aunque lógicamente insuficiente, dado que si la Generalitat tuviera que atender a sus deudas a corto plazo con los recursos de los que puede echar mano de inmediato necesitaría un presupuesto entero.

Durante la comparencia pública, el equipo del conseller prefirió fijarse en otros datos más favorables; en concreto, en la cuenta de resultado económico-patrimonial, que arroja un "desahorro" de 5.584 millones de euros. Volviendo al supuesto de que la Generalitat fuera una empresa, sus pérdidas habrían disminuido un 16% respecto al año anterior, es decir, 1.063 millones menos.