Ni una, ni dos, ni tres veces. El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, deslizó ayer en varias ocasiones que la Comunidad Valenciana tendrá harto complicado cumplir su objetivo de déficit al finalizar el año. Pese a que la Comunidad dispondrá finalmente de un desfase presupuestario del 1,6% de su Producto Interior Bruto (en principio iba a ser del 0,7%), el titular de las finanzas autonómicas dejó entrever que no rebasar ese porcentaje se antoja muy difícil. «Vamos a intentar conseguir ese 1,6% o no quedarnos muy lejos pero siempre con esas líneas rojas de sanidad, educación y bienestar social, que son sagradas», afirmó Moragues tras el pleno del Consell.

El conseller recordó que la Comunidad parte en clara desventaja respecto a otras autonomías a la hora de cumplir los objetivos fijados por el Gobierno central para el actual ejercicio, dado que finiquitó 2012 con un déficit del 3,52%, el más alto de toda España. «Tenemos que ver desde dónde venimos», proclamó. Acto seguido insistió en que el reto es no distanciarse en exceso de ese 1,6% y admitió que a su ejecutivo le habría gustado «conseguir alguna décima más». «Vamos a intentar llegar a esa cifra, pero sin hacer locuras», prosiguió.

Una vez solventada la batalla del déficit asimétrico, los esfuerzos de la Generalitat se centrarán ahora en la reivindicación de un nuevo modelo de financiación. El objetivo es que entre en vigor el 1 de enero de 2014, o bien que se apruebe más tarde pero se haga retroactivo hasta esa fecha. «El nuevo modelo debe romper con el pasado, porque si no las desigualdades nunca se corregirán», concluyó Moragues.