Los datos estadísticos del Banco de España sobre la evolución de la deuda autonómica certifican, de acuerdo con las tablas actualizadas al primer trimestre de 2013, lo que ya era una realidad: los fondos de rescate -el asidero al que la Generalitat se acogió para garantizarse liquidez y tratar de ganar tiempo a la espera de una recuperación que no llega- han engordado el endeudamiento de la Comunidad, si cabe, todavía más en otros 8.663 millones. El Consell, pese a rebajar su deuda en 400 millones durante los primeros meses de 2013, se mantiene en los puestos de cabeza de la clasificación de toda España con "números rojos" por importe de 29.037 millones -alrededor de cinco billones de las antiguas pesetas-, un 35,8% más que hace un año. La Generalitat continúa siendo la segunda autonomía más endeudada en valores absolutos y la primera en relación al Producto Interior Bruto (PIB).

La serie trimestral del Banco de España vuelve a poner encima de la mesa el fuerte impacto de los fondos de rescate -préstamos que se deben retornar con intereses- en las cuentas de la Comunidad. El Gobierno de Alberto Fabra fue el segundo que más recurrió, conforme a los números actualizados hasta el 31 de marzo de 2013, a la respiración asistida: 4.312 millones llegaron a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA); y otros 4.351 millones se ingresaron mediante la adhesión al plan de pago a proveedores. Sólo Cataluña tuvo que solicitar más cantidades al Estado. En los próximos meses, incluso, el decorado podría ofrecer, incluso, una imagen aún peor. De hecho, el Consell, necesitado de fuentes de financiación, tiene previsto volver a acudir al rescate del FLA; y también espera una nueva remesa del programa de abono de facturas a proveedores que, en principio, no estará operativa hasta septiembre, con lo que se agravarán los impagos.

Así que los fondos de rescate son, en la práctica, un elemento que hace la bola de la deuda todavía más grande. Y ese lastre continúa instalado muy cerca de los 30.000 millones. A menos de mil de rebasarlo, lo que supone un endeudamiento equiparable al 29,1% del PIB. Es el más alto de toda España, un punto por encima de Castilla-La Mancha y cuatro por delante de Cataluña, que continúa siendo el gobierno autonómico con mayor volumen de deuda en términos absolutos: 50.945 millones. Detrás de los gobiernos de Artur Mas y de Alberto Fabra se colocaron Madrid (21.960) y Andalucía (20.608 millones). Entre las cuatro autonomías que lideran el ránking acumulan el 64,6% del total del endeudamiento.

A continuación, figuran en la lista Castilla-La Mancha (10.124 millones), Galicia (9.492 millones), Castilla y León (8.070 millones), País Vasco (7.702 millones), Baleares (5.824 millones), Aragón (5.025 millones), Murcia (4.781 millones) y Canarias (4.704 millones). En conjunto y a pesar de reducciones coyunturales registradas, por ejemplo, en la Comuniad Valenciana, la deuda de las autonomías creció un 29,5% en el primer trimestre del año respecto a los tres primeros meses del año anterior y alcanzó los 189.589 millones, el 18,1% del PIB. Todo ello, en cualquier caso, dentro de un contexto de crecimiento del endeudamiento hasta registrar una cifra récord: está muy cerca ya del billón de euros y supera el 88% del Producto Interior Bruto, de acuerdo con las tablas estadísticas del Banco de España.

La tabla de marzo, que recoge una reducción puntual de la deuda valenciana de 400 millones, le sirvió a la Generalitat -pendiente de que se tomen decisiones sobre la relajación del déficit y la reforma de la financiación- para sacar pecho. "Se ha recortado el endeudamiento durante el primer trimestre del año tanto en datos absolutos como en valores relativos", apuntaron fuentes de la conselleria. Frente a la citada reducción de la deuda pública valenciana en 400 millones durante el primer trimestre de 2013 con una disminución, en valores absolutos, del 1,4%, el endeudamiento del conjunto de las administraciones, dijeron estas fuentes, ha crecido un 2,8% y 5.089 millones.