Más recortes y sin una mejora de la financiación autonómica. Esa es la desesperada situación de las cuentas públicas de la Generalitat. La respuesta del Gobierno a un nuevo y obligado plan del Consell para aplicar un ajuste de, como mínimo, 1.350 millones en 2013, pasa, como explicitó ayer en Valencia el número dos de Cristóbal Montoro en Hacienda, por dejar a la Comunidad sin una reforma del reparto de fondos, un modelo que, a día de hoy, discrimina a la Generalitat en más de mil millones anuales. No habrá cambio en el sistema de financiación hasta mediados de 2015, justo después de las elecciones autonómicas. Pero, sin embargo, el Consell sí tendrá que hacer frente, al menos eso ha garantizado Fabra por escrito a Madrid, a un ajuste que le compromete, por un lado, a meter la tijera en el gasto por importe de 810 millones; pero también a generar 540 millones en ingresos con subidas de impuestos, privatizaciones y venta de patrimonio público.

En el documento elevado por la Generalitat a Cristóbal Montoro para justificar su decisión de acceder a la inyección económica del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), el Gobierno de Alberto Fabra le traslada su intención de ingresar cerca de 71 millones con la recuperación del impuesto de Patrimonio; otros 81 aumentando el porcentaje de tributación de las transmisiones patrimoniales, aplicando un recargo sobre el juego telemático y con la puesta en marcha de tasas ambientales; un total de 98 como compensación por la asistencia sanitaria a desplazados; cincuenta con privatizaciones; y 240 millones con la enajenación de propiedades públicas, una medida en la que el Consell insiste a pesar de que fue un fracaso en 2012.

Pero, además, el Ejecutivo de Alberto Fabra también tendrá que meter la tijera para cumplir con las estrictas condiciones del mecanismo de adhesión a los fondos de "rescate". Habrá recortes de 107 millones en las partidas de personal; otros 75 con la reducción del gasto corriente; de 540 con el impacto de la centralización de contratos y rebaja de transferencias, entre ellos los 300 millones ya anunciados en farmacia; y, finalmente, otros 83 vinculados al plan de reorganización del sector público o la reducción de subvención universitaria por la subida de tasas. Muchas de estas medidas ya estaban incluídas en los decretos de "reformas" aprobados el año pasado pero, sin embargo, su impacto no se aplicaba hasta 2013.

Es casi seguro, además, que el ajuste tenga que ser todavía superior y que, a su vez, por tanto, el Consell tenga que presentar medidas suplementarias como consecuencia del incumplimiento del déficit. Como se recordará, encabezá la clasificación de toda España y se desvió en más de 2.000 millones. El montante total del tijeretazo para 2013 se tendrá que calcular una vez que se conozca hasta dónde llega la voluntad de Bruselas a la hora de destensar la cuerda del déficit público. Será la única ayuda que tendrá la Generalitat. Antonio Beteta, número dos de Montoro en Hacienda, enterró ayer en Valencia, en la misma línea que ya sugirió hace unos días en Alicante, las aspiraciones de Fabra de cambiar el modelo de financiación autonómica para empezar a ingresar más fondos en 2014

En una conferencia invitado por el Colegio de Economistas y presentado por el conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, Antonio Beteta, durante años persona de confianza de Esperanza Aguirre en Madrid, fue cristalino: la reforma de la financiación autonómica no se acometerá hasta mediados de 2015 -después de las elecciones autonómicas- cuando la exigencia de Fabra era que estuviera en marcha en enero de 2014 y, desde luego, no se inyectará más dinero al modelo. Es decir, que habrá que quitarle a autonomías sobrefinanciadas para que la Comunidad se equipare con la media. Conflicto a la vista. "No va a haber ni un solo euro nuevo de aportación por parte del Estado", lanzó el número dos de Montoro en presencia de Moragues. Sólo dejó abierta la puerta, aunque de forma muy vaga, a que el modelo tenga carácter retroactivo. Así que el Consell tendrá que afrontar el grueso de pagos originados por el "rescate" sin disponer de más ingresos. Y el que llegue después de las elecciones de 2015, sea otra vez Fabra o cualquier otro, que arree.

Moragues descarta saldar la deuda histórica con las universidades

El conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, aseguró ayer que la deuda histórica que la administración autonómica mantiene con las universidades públicas de la Comunidad es "un compromiso que habrá que acometer" pero, en todo caso, consideró que la situación actual "no es la idónea" para hacerlo.

Las entidades educativas solicitan disponer de ese dinero porque, de lo contrario, advierten, no podrán hacer frente ni siquiera a las nóminas de junio ni a la paga extra de verano, como ya han advertido, entre otros Campus de la Comunidad, la Universidad de Alicante. e. press