Incluir Elche en el nombre del aeropuerto no le saldrá gratis al municipio que gobierna Mercedes Alonso. Su ayuntamiento tendrá que pagar un máximo de 50.000 euros para sustituir los rótulos identificativos del aeródromo. Esa cifra, cuantificada por la dirección del propio aeropuerto, se sufragará de las arcas públicas ilicitanas, aunque el consistorio confía en que los empresarios de la localidad aporten fondos y colaboren en la iniciativa.

Esta reivindicación no es nueva. Durante los últimos años, los distintos equipos de gobierno que han dirigido Elche han querido que el aeródromo de El Altet, conocido a nivel nacional e internacional como de Alicante, pasara a llamarse de Alicante-Elche. Hace tres años, esa operación estuvo a punto de cristalizar. El socialista Alejandro Soler trasladó al Gobierno central, dirigido entonces por José Luis Rodríguez Zapatero, su intención de que las instalaciones de El Altet cambiaran de nombre. Pero finalmente desistió y el proyecto quedó aplazado sine die. Hasta ahora.

La actual alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, reactivó hace unos meses esa reivindicación. Y lo hizo en secreto. No ha sido hasta esta semana cuando sus intenciones han trascendido a la luz pública. El teniente de alcalde de Coordinación, Antonio Luis Martínez-Pujalte, desveló ayer a este diario que el pasado mes de septiembre, la primera edil remitió un escrito a la ministra de Fomento, Ana Pastor, y al presidente de Aena, José Manuel Vargas Gómez, solicitando que el aeropuerto pasara a llamarse de Alicante-Elche. Ya en febrero, ambos le respondieron que no existían inconvenientes técnicos para modificar el nombre. Ahora bien, sí que pusieron un pero. Dada la situación económica actual, el Gobierno obligó a Elche a asumir todos los costes que acarree la modificación. El Ayuntamiento ilicitano aceptó. La dirección del aeropuerto ha realizado una estimación del dinero que costaría sustituir los rótulos actuales por otros con el nuevo nombre y la ha cuantificado en un máximo de 50.000 euros, según corroboró ayer Martínez-Pujalte. "Esa es una cifra máxima que se ha obtenido de los presupuestos que ha solicitado el aeropuerto. Creemos que al final, cambiar los rótulos podría estar más cerca de los 40.000 que de los 50.000 euros", detalló el edil popular.

Ese guarismo es netamente inferior al que estimó el Gobierno central en 2010, cuando Alejandro Soler pretendía modificar el nombre. Al tener constancia de sus intenciones, la ya exdiputada socialista en el Congreso Juana Serna formuló una pregunta parlamentaria para conocer el coste que tendría la modificación de la señalización. El Ejecutivo le resp0ndió que "simplemente los rótulos" tendrían un precio de "100.000 ó 200.000 euros". A esa cantidad habría que sumarle "los cambios necesarios en los sistemas de información e informáticos del aeropuerto, los trabajos de imprenta para publicación de folletos y los trabajos de cambio de papelería", según consta en la respuesta que le facilitó el secretario de Estado de Asuntos Constitucionales y Parlamentarios a la exdiputada por Alicante. Dada la cuantía y la situación económica que ya se vivía en 2010, tanto el Ejecutivo como el propio equipo de gobierno de Elche decidieron posponer esa actuación.

Ahora, sin embargo, el PP ilicitano la ha retomado y de confirmarse las palabras de la alcaldesa, podría ser una realidad este verano. La tramitación de ese cambio se encuentra ahora en un periodo de consultas. Fomento ha remitido el proyecto a la Diputación, la Conselleria de Infraestructuras, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea del Ministerio y los ayuntamientos de Alicante y Elche para que formulen las alegaciones que estimen convenientes. Una vez resueltas, Elche firmará un convenio con Aena y se aprobará la orden ministerial definitiva.

"Es una barbaridad gastar dinero público en cambiar los rótulos"

El secretario general del PSPV en la ciudad de Alicante y diputado en el Congreso, Gabriel Echávarri, consideró ayer "una barbaridad" que el Ayuntamiento de Elche vaya a destinar un solo euro público para modificar los carteles identificativos del aeropuerto "con la que está cayendo a día de hoy en el país". "Me parece una irresponsabilidad y un desconocimiento total de lo que realmente están reclamando los ciudadanos en estos momentos de crisis", prosiguió. Echávarri afirmó que modificar el nombre del aeródromo es "un capricho" de la alcaldesa, Mercedes Alonso, y estimó que lo ha anunciado ahora "para desviar la atención". El diputado socialista también quiso echar la vista atrás y recordó que tanto Alejandro Soler como el anterior Gobierno central decidieron posponer la modificación del nombre del aeropuerto en cuanto tuvieron constancia del coste que acarrearía para las arcas públicas. A. F.