El colapso de las finanzas autonómicas obligó a la Generalitat, nada más arrancar el ejercicio de 2013, a solicitar al Gobierno de Mariano Rajoy un anticipo de 273 millones de euros -más 45.500 millones de las antiguas pesetas- para garantizarse un fondo de liquidez, según confirmaron desde la conselleria de Hacienda y como se desprende también de la ejecución presupuestaria de enero que hizo pública ayer el departamento que dirige Cristóbal Montoro. Madrid, de esta manera, vuelve a salir al "rescate" del Ejecutivo de Alberto Fabra, como ya ocurrió en varias ocasiones durante 2012, con una entrega a cuenta de dinero que, en teoría, la Generalitat no debía ingresar hasta la mitad de este año. Esa operación contable, además, permitió al Consell "vender" un superávit ficticio de 220 millones al cierre del mes de enero, un dato que en plena Semana Santa desveló ayer el Gobierno.

Para salvar el arranque del ejercicio y gestionar sus cuentas con solvencia, el Ejecutivo de Alberto Fabra solicitó en enero al Estado, como explicaron desde la conselleria que lidera Juan Carlos Moragues, un adelanto de fondos para poder hacer frente al "día a día" con una cierta holgura. El Consell ingresó ya en concepto de anticipo, como se desprende de los datos de ejecución colgados en la web de Hacienda y según la versión de la conselleria, unos 273 millones de euros a cuenta de parte de la liquidación del modelo de financiación de 2011, un concepto que debe reportar a la Generalitat a lo largo de este ejercicio unos 900 millones. Esa cantidad, en principio, se tendría que recibir en julio. Es decir, que la Generalitat recurre ahora a unas cantidades de las que ya no dispondrá para la segunda mitad del año. Pan para hoy y hambre para mañana.

Los datos revelan, de cualquier manera, que el adelanto de fondos a las autonomías no fue generalizado. Todo lo contrario. Y ese detalle evidencia que se trata de una medida extraordinaria que afecta a las comunidades con mayores dificultades económicas y que, al tiempo, han registrado un desfase más alto en su déficit. Conforme a los números del departamento que dirige Cristóbal Montoro, de hecho, durante el primer mes de 2013 únicamente cuatro autonomías -Cataluña, Castilla-La Mancha, Baleares y la Comunidad- recibieron esas entregas a cuenta. No se trata, por tanto, de una inyección económica para todas las autonomías, como certifica la memoria mensual computada por el Ministerio de Hacienda.

Desde la conselleria, en todo caso, apuntaron que únicamente se han consumido 53 millones de la cantidad adelantada por Montoro y que, de esta manaera, quedan 220 millones para poder afrontar otros gastos. Una cifra que no cubre ni siquiera las nóminas de un mes, que suponen un desembolso de 305 millones. Sin el adelanto, apuntan desde la Generalitat, las cuentas autonómicas estarían en la media de déficit del resto del Estado que se situó, para el conjunto de las administraciones autonómicas, en el 0,05% del PIB.

El balance del primer mes del año revela, de todas maneras, que la Generalitat continúa arrastrando, a día de hoy, los mismos problemas con los que cerró el ejercicio de 2012. De hecho, con los datos actualizados a finales de enero, el Ejecutivo de Alberto Fabra tenía facturas pendientes de abonar por importe de 119 millones, casi un 20% del total de los gastos que se generaron durante los primeros treinta días del ejercicio. El detalle revela que la mayoría de los pagos sin saldar se correspondía con partidas de gasto corriente -agua, luz, teléfono...- y con transferencias, un epígrafe en el que se inserta, por ejemplo, el dinero dedicado a las prestaciones farmacéuticas. Apenas se registraron, por contra, 222.000 euros en inversiones

LAS CIFRAS

273 MILLONES

Un ingreso por adelantado

Es la cantidad que el Consell ha solicitado al Estado como adelanto de la liquidación del sistema en 2011, ingreso que debía realizarse en julio.

220 MILLONES

Un «superávit» ficticio

Esa es la cantidad que, según los datos de Madrid, ha tenido la Generalitat como superávit durante el primer mes del año 2013.

119 MILLONES

El lastre del primer mes

Durante los primeros 30 días del año -el mes de enero-, el Consell ya acumulaba facturas pendientes de pago por importe de 119 millones.