Los imputados del PP en las Cortes dijeron ayer basta. Otra vez. Ricardo Costa, encausado en Gürtel por la presunta financiación irregular de su partido, fue el que ejerció de "portavoz". Todo ocurrió a media mañana de ayer. El pleno de las Cortes transcurría con total normalidad, sin contar los rifirrafes habituales, hasta que llegó el punto 5. La diputada socialista Carmen Martínez subió al estrado para defender la creación de una comisión de investigación para aclarar la "dudosa" gestión de las depuradoras de la Comunidad. Realizó su alocución, expuso los argumentos de su grupo y cargó contra la bancada popular. Habló, de manera textual, de los "corruptos del PP".

Ese discruso enervó, al menos, a dos dirigentes populares. El primero en reaccionar fue su síndic, Jorge Bellver. Pidió a Martínez que retirara esas palabras, pero ella se negó. "No he faltado a la verdad", replicó la parlamentaria socialista. Acto seguido, el vicepresidente primero de las Cortes, el popular Alejandro Font de Mora, trató de rebajar la tensión. "Imagino que cuando habla de corruptos, se refiere a presuntos", le comentó. "Por supuesto", respondió la dirigente socialista.

El debate se finiquitó ahí. Pero para sorpresa del hemiciclo, Ricardo Costa pidió la palabra. "Por alusiones", espetó. Font de Mora, sin embargo, se la negó. "Ha habido una alusión genérica al grupo y el grupo ya ha hablado. Yo no he oído para nada su nombre. Tome asiento, por favor", proclamó el vicepresidente primero de la Cámara. Esas frases no terminaron de convencer a Costa. "Ha aludido a los imputados del grupo", apostilló. Ahí se le cerró el micrófono. Siguió hablando, pero sus palabras ya no se escucharon en la sala. Su cara hablaba por sí sola.

Y es que no le sentó nada bien la intervención que hizo Bellver. Al parecer, más que las palabras de la diputada socialista, al dirigente popular le dolió especialmente el discurso de su portavoz. Sobre todo, porque no salió en defensa de los nueve imputados con los que cuenta el PP en las Cortes. Uno de ellos, el propio Costa.

Su enfado fue más allá. A los pocos segundos, descendió las escaleras y se desplazó hasta el escaño de Bellver. Ellos dos y Rafael Maluenda comenzaron a dialogar. Y en un momento dado, Costa llegó a dar varios golpes a la mesa, según relataron varios diputados tanto del PSPV como del PP.

Antecedente

Esta nueva "rebelión" no ha sido la única que han protagonizado los imputados del PP. Ha habido más. Pero ninguna, eso sí, en público. Una de las más sonadas se produjo el pasado 31 de enero. Ese día, media docena de diputados encausados criticaron con dureza la estrategia del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, con la gestión de las investigaciones por corrupción. Además, le afearon el trato que les estaba brindando. Fue precisamente Ricardo Costa el que abrió el fuego. Le secundaron después Luis Díaz Alperi, su hija, Elisa Díaz, y David Serra. Además, contaron con el apoyo del diputado oriolano Andrés Ballester.

Un día después de esa bronca interna, Elisa Díaz dio a conocer su opinión a través de Twitter. "Defiendo a mis compañeros de partido, a todos los que se prejuzga y condena. Ya está bien de políticas rastreras", tuiteó en un primer momento. Y poco después añadió: "Defiendo a mis compañeros de partido, a todos los que se prejuzga y condena sin juicio alguno".

La ausencia de Catalá aplaza una pregunta sobre Ciudad de la Luz

El pleno de las Cortes de ayer debía servir, entre otros muchos aspectos, para que la consellera de Educación, María José Catalá, informara sobre la venta de la Ciudad de la Luz. La diputada socialista Eva Martínez se interesó por el proceso, pero no recibió respuesta. ¿Por qué? Porque Catalá no acudió a la sesión de control que se celebró por la tarde. "El Consell oculta información y se esconde", sentenció. Y apostilló: "Esta es la transparencia de la que habla Fabra, porque ahora tendremos que esperar un mes para poder formularle la pregunta". La "baja" de Catalá no fue ni será la única. Tal y como informó este diario en su edición del martes, cinco de los ocho miembros del Ejecutivo de Alberto Fabra han rechazado acudir a las Cortes un día después del "puente" festivo de San José. Los consellers de Hacienda y Economía, Juan Carlos Moragues y Máximo Buch, respectivamente, han "desaparecido" del hemiciclo en plena polémica por el déficit. Estas ausencias han sentado a cuerno quemado en los tres partidos de la oposición. PSPV, Compromís y EUPV censuraron las "bajas" y denunciaron que los dirigentes del PP se han "borrado" de la Cámara autonómica para evitar así responder a sus preguntas. Ayer, coincidencia o no, Catalá se ahorró dar explicaciones sobre la Ciudad de la Luz. A. F.

Rechazan una iniciativa para que las ayudas no prescriban

Las ayudas concedidas por el Consell que no se abonen en un periodo de cuatro años seguirán prescribiendo. Exactamente, como hasta ahora. La coalición Compromís presentó ayer una proposición de ley en las Cortes para modificar la norma que avala esa prescripción, pero el PP la tumbó. El diputado Fran Ferri fue el encargado de defender la propuesta. "Con esta proposición de ley pretendemos llevar tranquilidad a miles de familias que ahora mismo están intranquilas porque no han cobrado aún ayudas que se les concedieron en 2008 y 2009", espetó. El popular Ricardo Costa acusó a Compromís de "jugar con los sentimientos" de las personas afectadas y de "alarmarlas". El diputado del PP consideró "deleznable" la actitud de la coalición y, a la vez, se comprometió a que esas ayudas no prescriban, pese a que la ley sí da potestad al Consell a no abonar esas subvenciones. "Tenemos un problema de liquidez y por eso no se han pagado", concluyó.

Durante el pleno de ayer estaba previsto que se abordara la creación de hasta seis comisiones de investigación en las Cortes. Al final, sólo dio tiempo a que se tratara una: la referente a la gestión de las depuradoras de la Comunidad a través de Epsar. Pues bien, ésta no salió adelante porque la bancada del PP se opuso. A. F.