El Consell tendrá que volver a meter la tijera después de acumular el mayor déficit de toda España durante 2012. Los datos del Ministerio de Hacienda que colocan el desfase presupuestario en el 3,45% del PIB -la Generalitat se ha gastado 3.640 millones más de lo que ingresó- "desnudan" la gestión del Ejecutivo de Alberto Fabra. Se ha producido una mejoría. Aún está por ver si sustancial. Pero lo cierto es que la gestión económica sigue siendo de las peores de España. Un dato evidencia ese descontrol de las cuentas: el déficit que acumuló la Generalitat durante el último ejercicio supera en más del doble la previsión que había marcado el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, lo que obligará en 2013 a aplicar nuevas medidas de ajuste para cumplir con el objetivo del Gobierno por importe de 2.127 millones, la friolera de más de 350.000 millones de las antiguas pesetas.

Como este periódico adelantó hace tres meses, el mecanismo de adhesión a los fondos de rescate obliga, en el supuesto de incumplimiento de los topes de déficit, a aplicar nuevos recortes por la cuantía del desfase. El propio conseller de Hacienda, Juan Carlos Moragues, abrió ayer la puerta al recorte tras conocer los datos. "Estaremos muy atentos a la evolución de la ejecución del presupuesto de 2013 y si se producen desviaciones, se tendrán que introducir medidas de ajuste", reconoció aunque, de todas maneras, descartó un aumento de la presión fiscal o volver a tocar partidas de gasto social y de inversión, ya muy limitadas en las cuentas de 2013. "Eso no se toca ni tampoco las pagas de los funcionarios", apuntó el conseller que apostó por mejorar los ingresos para intentar aliviar la penuria financiera de la Generalitat y que admitió, en todo caso, que la cifra del déficit de 2012 es "muy mala".

A la cabeza del desfase entre entre ingresos y gastos en toda España, la postura oficial del Consell choca, sin embargo, con la realidad. Habrá que recortar. Y el margen de maniobra es cada vez menor. El déficit de 2012 llegó, en volumen económico, a los mencionados 3.640 millones.

Para este año, el désfase permitido -siempre negativo- será del 0,7% del PIB, un total de 713 millones. En el presupuesto de 2013, además, el Consell ya incluyó medidas de ajuste por importe de 800 millones de euros. Eso supone un recorte ya previsto de 1.513 millones. Pero para cubrir el total del desfase y cumplir con el objetivo de Montoro para este año, habrá que aplicar un recorte extra por la diferencia. ¿Cuánto? 2.127 millones, una cantidad que supone la mitad del gasto en Educación y Sanidad y que, de dedicarse a un departamento, le convertiría en el tercero con más presupuesto.

En la práctica, además, ese recorte será mayor que los alrededor de 1.500 millones que el Consell ha logrado ahorrar en 2012, dato que evidencia, a la vez, el sonoro fracaso en la gestión del plan de reequilibrio que preveía un ajuste de más de 2.200 millones de euros. Es decir que, en estos momentos, al Consell le queda por recortar más dinero que los gastos que logró reducir a lo largo del ejercicio de 2012. Con estos datos, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, tendrá que cumplir con su promesa y rebajarse el sueldo, exactamente, en un 1,95% lo que le supondrá una rebaja en su nómina de unos 1.500 euros al año, alrededor de 128 euros mensuales.

Corrección al alza del Ministerio de Hacienda

De forma sorprendente e inesperada, el Ministerio de Hacienda ha aplicado una corrección respecto a los datos del déficit público con los que, en principio, la Comunidad Valenciana había cerrado el ejercicio de 2011. Como se recordará, el Consell cifró ese desfase negativo entre ingresos y gastos en el 4,93% del PIB mientras que los datos comparativos que ofreció ayer el departamento que encabeza Cristóbal Montoro sitúan el déficit en el 5%. Es decir, peor todavía de lo que el Ejecutivo de Alberto Fabra había confesado, lo que cuestiona aún más, si cabe, la credibilidad de las cuentas autonómicas, como se encargó de subrayar la oposición.