Uno de los socios del grupo Tabarka, empresa propietaria del Canal 37, negó ayer contraprestaciones del expresidente de la Diputación José Joaquín Ripoll, en la venta del Canal 37. Robert Batouche comparecía ayer en calidad de testigo ante el juzgado de Orihuela que investiga las presuntas irregularidades en el proceso para la ubicación del vertedero de basuras de la Vega Baja, una de las ramas del llamado caso Brugal. El dinero que invirtió en esa cadena el empresario de la Vega Baja, Ángel Fenoll, sería según los informes policiales una de las supuestas contraprestaciones que recibió el expresidente de la Diputación.

Batouche señaló ayer que no conocía a Ángel Fenoll y que recibió una llamada de Ripoll comentándole que sería interesante que mantuviera su inversión dentro de la televisión local y que él no quiso porque originaba muchas pérdidas.

Las escuchas del caso Brugal reflejaban que el empresario había bloqueado la amplicación de capital en Canal 37 y reclamaba 300.000 euros. Ripoll pretendía poner en marcha una operación acordeón para insuflar capital a la cadena. Ángel Fenoll iba a ser uno de los nuevos inversores. Según el sumario, Ripoll llegó a ponerse en contacto pidió al exministro de Trabajo y expresidente de la Generlitat, Eduardo Zaplana, que mediara para que aceptara que autorizara la operación a coste cero. Zaplana señaló que nunca llegó a realizar esta mediación.

Batouche señaló ayer durante su comparecencia judicial que rebajó a 50.000 euros, por consejo de su abogado. Asimismo, negó haber pedido que se desbloqueara el proyecto de ampliación del Puerto Luis Campomanes en Altea, en el que tenía intereses. Según dijo, entró en el accionariado de Canal 37 porque se lo pidió su socio y una vez que éste falleció quiso desligarse de la empresa porque era una fuente de pérdidas y era algo que tenía pensado desde hacía tiempo. Ayer había citado un segundo testigo que no llegó a comparecer por haber falleció.