Por fin. Después de 55 días, los diputados de las Cortes Valencianas volverán a sus escaños el próximo 13 de febrero. El PP desbloqueó el trabajo del parlamento autonómico y, finalmente, activó la acción del hemiciclo, que no se reunía desde el 20 de diciembre cuando acabó el debate del presupuesto de la Generalitat para 2013. Desde entonces y a pesar de las iniciativas de la oposición para "habilitar" el mes de enero, los populares, sin interés alguno ni por volver a centrar las cámaras en los nueve imputados de su bancada ni por llevar a Alberto Fabra al hemiciclo, han vetado una tras otra todas las propuestas del PSPV, Compromís y EU para dar actividad a las Cortes, justo cuando la Comunidad atraviesa por la peor crisis económica e institucional de toda su historia.

Arrancará el pleno del 13 de febrero con las comparecencias de los nuevos consellers del Gobierno valenciano, que rendirán cuentas de las líneas maestras de su mandato nada menos que cerca de dos meses después de su toma de posesión. A estas alturas y con las Cortes cerradas desde antes de Navidad, Fabra no ha informado todavía al parlamento de la amplia remodelación de su ejecutivo que acometió a mediados de diciembre ni tampoco de la dimisión de su antiguo conseller de Hacienda, José Manuel Vela, a raíz de la filtración de un documento judicial de la trama de Cooperación.

En medio del vendaval de acusaciones por corrupción, abrirá el fuego de las comparecencias el vicepresidente de la Generalitat José Císcar, seguido del conseller de Gobernación y Justicia, Serafín Castellano y, por la tarde, la de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana. En la sesión del jueves, continuarán la de Infraestructuras, Isabel Bonig, y el de Sanidad, Manuel Llombart. El resto lo harán en el pleno de la semana del 20 y 21 de febrero, en el que, por tanto, tendrán la oportunidad de exponer sus propuestas los consellers Máximo Buch y Juan Carlos Moragues, responsables de los departamentos económicos del Ejecutivo autonómico. La mayoría ya han ofrecido su visión sobre la gestión del Consell en los próximos meses a los parlamentarios del PP antes que al conjunto de los diputados electos en el hemiciclo valenciano.

De forma global, se ha previsto, durante el periodo de sesiones que llegará hasta el verano, la celebración de 13 plenos ordinarios. Finalizará el 24 de julio con un "pleno escoba", que suele incluir todos los asuntos pendientes de debatir. Esa es, precisamente, una de las novedades: el PP ha aceptado la petición de los socialistas para alargar el debate parlamentario a lo largo del mes de julio. De esta manera, habrá dos plenos en febrero -13-14 y 20-21--; otros dos en marzo -13-14 y 20-21-; dos sesiones más en el mes de abril -17-18 y 24-25-; tres en mayo -8-9, 15-16 y 22-23-; y otras tres en junio -5-6, 12-13 y 25-26- antes del citado pleno del 24 de julio, con el que finalizará el periodo de sesiones. El síndic de Compromís, Enric Morera, lamentó, pese a todo, que las Cortes estén "paradas" y lo atribuyó a que el PP y el PSPV están "negociando" las comisiones gestoras de las fundaciones de las cajas de ahorros, o de instituciones estatutarias. "Tratan de perpetuarse", aseveró Morera. Los socialistas, por contra, lo niegan.

Veto a la reprobación de Andrea Fabra por el "¡Qué se jodan!"

Entre las propuestas de debate vetadas por los populares durante la Junta de Síndics destaca, sin duda, una iniciativa de Esquerra Unida para reprobar a Andrea Fabra, diputada en el Congreso e hija de Carlos Fabra, por su polémico "¡Qué se jodan!", grito que lanzó en la Cámara Baja mientras se debatía sobre los parados y un posible cambio en el modelo de prestaciones. También se rechazó una propuesta de los socialistas para poner en marcha una comisión que analice el impago de ayudas para rehabilitación y compra de viviendas. P. r. f.