El grupo de Automática, Robótica y Visión Artificial del Departamento de Física, Ingeniería de Sistemas y Teoría de la Señal de la Universidad de Alicante ha obtenido el tercer premio en el Concurso Nacional de Robots Humanoides, gracias al robot Aurova y a los estudiantes encargados de gestionarlo y programarlo. El certamen se enmarcaba en las XXX Jornadas de Automática, organizadas por el Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad de Valladolid, en colaboración con el Comité Español de Automática.

La competición se celebró a principios de septiembre en el Paraninfo del Palacio de Congresos Conde Ansúrez de Valladolid, y reunió a más de 250 expertos en Automática y Robótica, así como a 15 universidades españolas participantes. De todas ellas, sólo tres podían alcanzar la mención tras tres días de pruebas y muchos otros de trabajo. La Universidad de Alicante, que ofreció a tres estudiantes de Ingeniería Informática Superior la oportunidad de gestionar y programar el robot participante, finalmente consiguió el tercer puesto, otorgado por el jurado tras la deliberación de los tres representantes de universidades españolas que lo componían.

Durante todo el curso académico 2008-2009, Francisco Castelló, Miguel Sempere y Javier García habían preparado paso a paso el robot de cara a las pruebas, así como programado todos y cada uno de sus movimientos, llegando incluso a montar pequeños simulacros de escenarios de prueba en los laboratorios del Departamento de Física, Ingeniería de Sistemas y Teoría de la Señal de la UA. En las tres pruebas eliminatorias era necesario demostrar la estabilidad, detalle y coordinación del robot Aurova, así como su resistencia en la competición frente a otros robots participantes. Las pruebas, que incluían carreras de ida y vuelta a través de una trayectoria con obstáculos, la subida y bajada de unos peldaños formando escalera y un combate de sumo entre robots, debían hacerse en un tiempo determinado y sin errores, de forma que se demostrara la calidad, preparación y lógica tanto de los propios robots como de sus programadores.

En este tiempo, los estudiantes encargados de la programación tuvieron que usar lógica y técnica a partes iguales, así como enmendar o subsanar errores derivados de la programación o la casualidad. Los estudiantes, que fueron supervisados por los responsables del departamento y del proyecto, Fernando Torres y Santiago Puente, respectivamente, reconocen que han disfrutado mucho de la experiencia.