Uno de los principales empresarios turísticos de la Costa Blanca,José María Caballé, lo dijo bien claro hace unos días en estas mismas páginas: "Yo soy piloto desde el año 1973 y veo Europa plagada de aeropuertos, España no. El de Alicante es peor que una estación de ferrocarril de los años 30". Una radiografía tan tremenda, realizada por quien tiene 4.000 horas de vuelo y un jet privado que supongo tendrá aparcado precisamente allí, debería servir al menos de reflexión para los responsables de la Administración pública de quien dependen estas instalaciones, en este caso el Ministerio de Fomento. La terminal Internacional de El Altet, que afronta ahora unas esperadas e importantes obras de ampliación que debieron llegar hace ya varios años, adolece de algunas infraestructuras exigibles a cualquier aeropuerto moderno en estos albores del siglo XXI. Por ejemplo, se echa de menos en una terminal de esta envergadura, que recibe a cientos de miles de pasajeros, una conexión directa por tren con las principales ciudades de esta provincia, Benidorm entre ellas. El sector turístico se viene quejando de ese endémico déficit. Recientemente exigieron, tanto a la administración central como a la autonómica, que sean más generosas a la hora de invertir en las comunicaciones entre El Altet y el resto de la provincia. Y entre reclamación y reclamación, Murcia por un lado y Valencia por otro promueven y relanzan aeropuertos que van a suponer una directa competencia para Alicante. Aunque sobre esto Caballé también se pronunció bien claro: "No nos perjudican. Nosotros somos parte de una costa común y todo lo que sea facilitar que la gente viaje beneficia al turismo. Habrá que trabajar más y mejor". Ésa es la receta.