L o peor de la clasificación de España para la Eurocopa de junio es que nos vuelve a ilusionar, y van. Aunque esta vez hay algunas novedades a tener en cuenta: desde la «Quinta del Buitre» no se agrupan en torno al equipo nacional tantos jugadores de calidad y con un estilo tan atractivo como el mostrado en los tres últimos partidos televisados (aunque Iniesta , Xavi , Cesc y compañía parecen tener un poco menos de vanidad que aquéllos);. En fin, que volveremos a perder, pero cabe la posibilidad de que sea jugando bien y pareciendo un equipo. Algo hemos ganado.

Y Luis ha acabado de una vez por todas y a su manera con el debate de Raúl : a lo bruto y arriesgando. A mí me parece bien, mientras se reserve las acciones de finura para las alineaciones y el juego de «la roja». Y los aficionados agradeceríamos que aquéllos merengones metidos a periodistas, que han estado en los últimos dos meses radiando los saques de banda de Raúl como si fueran obras de arte, se metieran en sus cuarteles de invierno hasta, por lo menos, la próxima derrota. A pesar de sus meteduras de pata, el seleccionador español no merecía acabar de tan mala manera como algunos querían: este equipo de «bajitos» se lo ha guisado y se lo ha comido él solito, y por primera vez vamos a ir a un gran campeonato sin dudas en los nombres y con la necesidad de mandar en los partidos, lo cual no es poco si recordamos cómo fuimos (y con qué debates tan sosegados); en las etapas de Camacho y Clemente , sin ir más lejos.

Un respeto con los abuelos, que saben siempre más de lo que pensamos.