H ay noticias, como perdidas en la prensa diaria que, aunque pasan desapercibidas para algunos son de una trascendencia vital, encierran tal enjundia que merecen releerlas hasta sacar conclusiones positivas. Hay otras que de tan reiteradas producen hartazgo.

Así ha ocurrido, en el caso Juan Ignacio Pla. En verdad, que no creía que esta persona mereciera tanto comentario, aún en el momento de su defenestración política. Nada menos que cinco primeras páginas en el diario de mayor tirada de entre todos los de la provincia de Alicante - INFORMACION - antes, durante y después -y todavía dura - de ser «liquidado». Un político que ha cosechado reiterados fracasos, molesta y hay que quitarlo de en medio por vía de urgencia.

Se le veía venir. Un político que viene a Orihuela, reúne a un número considerable de empresarios y habla principalmente del problema del calzado de Elche, con el problemón que aquí tenemos con los cítricos, no es de buen político. Además va a Bruselas, donde tiene una reunión con el embajador de China en la UE y por toda iniciativa «comentó la necesidad de medidas para introducir productos como el textil y el calzado en el país asiático». Es decir, el gran negociador pretendía introducir calzado y textil en el país que invade nuestro mercado con zapatos a perra gorda el par. A quién se le ocurre. Habría que preguntarle cuántos pares han sido vendidos por su mediación. Ha pasado un tiempo y todavía están, sus enemigos políticos, -los de su partido - los chinos y todo quisque desternillándose de risa. Está visto que no daba la talla.

Que un político caiga -en política los errores se pagan (¡pagar!); caros - no es tan importante. Desde sus inicios, ya lo sabe, tiene la espada de Damocles sobre su cabeza.

En otro orden de cosas: soy uno de los muchos que no vieron a «los tres tenores», digo, el programa «Tengo una pregunta para usted». Cuando haciendo zapping - lacónico anglosajón, mejor el término español cambio de canal - inconscientemente tropezaba con los susodichos, diligentemente cambiaba, porque he de reconocer que los personajes no me hacen gracia. Con sus parrafadas, según me han contado, más veces atacaban a los preguntones que contestaban cortésmente. De los tres, dos que se precian de catalanes, catalanistas diríamos - en especial el bigotudo, que todavía estoy por oír a persona que le caiga bien - .

Paradojas de la vida, los defensores a ultranza del catalanismo no son catalanes: José Luis Pérez Diez (hoy José Luis Carod Rovira);, hijo de José Luis Pérez Almecija y Elvira Diez Rovira, nacido en el municipio de María de Huerva (Zaragoza);, qué manía con renegar del pueblo donde nació. José Antonio Durán i Lleida nacido en Alcampell (Huesca); y el presi Montilla, cordobés.

Digo lo de paradójico, por el hecho de que un andaluz Montilla y un aragonés Pérez Diez -digo Carod Rovira - sean presidente y vicepresidente del gobierno catalán. No sé si es que son gafes o pésimos administradores, pero desde que gobiernan en Cataluña no cesan las catástrofes: que si socavones, apagones por doquier, que el servicio de cercanías no funciona - 180.000 personas incomunicadas - . El incidente pasado - deslizamiento de tierras en túnel por obras del AVE - que afecta a los Euromed y Talgo con salida y llegada Alicante, colapsó la circulación. Y los máximos responsables, tan campantes, como si con ellos no fuese. Lo más significativo es que tanto desastre ocurre desde que estos dos, presuntos incompe- tentes, administran en Cataluña. ¡Ah! Los usuarios del Bajo Segura nos sentimos sensiblemente perjudicados, al no poder viajar en tren a Barcelona.

Muchos somos los que damos más importancia a los que investigan colaborando en el progreso socio económico que a los políticos. Éstos hacen cada día méritos con el que arrogarse el deterioro de imagen en que están sumidos.

Vamos a lo trascendente. Noticias en la prensa, que muchas veces las pasamos de soslayo: «Utilizan polvo de caucho de neumático reciclado para asfaltar la CV-95 Bigastro-Orihuela». Todos sabemos del problema de los neumáticos desgastados, hay verdaderas montañas que no se sabe qué hacer con ellos. Pues bien, ésta es una solución; con su reciclado se le da utilidad y desatasca el problema. Un diez para la empresa alicantina Los Serranos, pionera en España en el uso del polvo de caucho de neumáticos para asfaltar carreteras. Razones irrefutables nos motivan a rendirles pleitesía. Empresas con creatividad e imaginación son lo que nos hace falta.

Y vamos de noticiones: artículo de María García de la Fuente. «Gasolina a partir de la basura y no de cereales». La economía necesita combustible, el petróleo se agota. Su alternativa natural, los biocombustibles, preocupan a los productores de alimentos básicos. Se abre una investigación sobre otra materia que puede convertirse en la nueva gasolina: la basura.

La articulista hace referencia a la investigadora Mercedes Ballesteros que afirma: «producir etanol es posible a partir de la basura -residuos sólidos urbanos - . La nueva alternativa es que se utilicen para producir etanol. Una vez separado plásticos, metales, vidrios e inertes y limpios, se realiza un tratamiento con ácido para convertir la celulosa en glucosa y de ahí obtener el etanol. El proyecto ya es viable en laboratorio, la empresa valenciana Imecal cuenta con la única planta en España que lleva a cabo la producción de etanol a escala industrial. El objetivo es que Ford España pruebe el bioetanol a finales de 2008 en sus coches».

En lo que atañe a nuestra querida Orihuela, mira por donde, el problema de las basuras puede quedar resuelto de una vez. Claro está si nos subimos al carro del progreso.

Estas noticias son las que nos presagian halagüeñas expectativas de futuro. Las otras, por intrascendentes, ni fu ni fa.

Antonino Fabregat Payá es empresario.